❝Yo fui la número Cero❞
Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves.
Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...
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La Academia se está cayendo a pedazos.
Y ésta vez esa afirmación es literal.
Todo el lugar tiembla como si estuviera ocurriendo un terremoto. Pero no es eso, no es un evento natural. De alguna forma, Fler sabe que Vanya lo está provocando. Puede sentir la energía furiosa deslizarse como serpientes por entre los muros de la mansión Hargreeves.
Fler sale a tropezones detrás de Luther, hacia el pasillo. Pogo ya está ahí. Klaus y Diego vienen justo detrás.
—¿Qué demonios está pasando? —Diego pregunta mirando en todas direcciones.
—¿Y esas explosiones de dónde-
—Es Vanya —afirma Pogo, aunque Fler ya lo sospechaba.
El techo sobre sus cabezas comienza a fragmentarse peligrosamente. Es energía. Energía violenta, furiosa y descontrolada. Hace que los ojos de Fler parpadeen de verde a violeta y de nuevo a verde por un momento, antes de que se obligue a concentrarse.
—Debemos ir a un lugar seguro —afirma Pogo con urgencia.
Los hermanos se miran entre ellos y luego se separan. Diego, Klaus y Fler corren hacia el pasillo, obviamente para ir a buscar a mamá.
Luther, por otro lado, vuelve por Allison para subir directamente las escaleras.
Las oleadas de energía que suben desde el sótano y hacen temblar toda la casa siguen haciendo parpadear el tono en los ojos de Fler, pero ella no tiene tiempo para preocuparse de lo que significa.
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En algún momento, Fler se separa de sus hermanos para intentar dividir el terreno. Se siente como si corriera por el campo de batalla, en Vietnam, con el polvo seco arañándole la garganta y la cabeza a gacha porque en cualquier momento algo puede caer sobre ella.
La energía que desprende Vanya es abrumadora, violenta. A Fler casi le parece que puede ver el corazón alterado alterado de Vanya, golpeteando contra su pecho a un ritmo frenético. La imágen hace que le cosquilleen peligrosamente los dedos.
Una caída de escombros justo sobre ella la trae de vuelta a la realidad. Se tambalea hacia un lado choca con el barandal del segundo piso. Sin embargo, algunos de los escombros la alcanzan de todos modos, pasan rasgando su brazo y su mano enguantada. Dios, duele.
Se queda ahí, un momento, aturdida. Su brazo herido contra su pecho. Mira hacia abajo y entonces ve a Vanya. Está hablando con Pogo, quién parece estar intentando convencerla de que pare ésto, pero Fler realmente no puede escuchar lo que dice por sobre el ruido de los escombros cayendo. La energía de Vanya no se apaga, pero se concentra de nuevo en si misma, escuchando a Pogo.
