❝Yo fui la número Cero❞
Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves.
Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...
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La sujeto 000 ha empezado a bloquear su potencial. Los descubrimientos sobre su poder se han visto comprometidos. Se desecha el proyectoAsesina Perfecta. Ella no es consciente aún y, si todo sale bien, nunca lo será, pero ha ocurrido: A un nivel instintivo, la sujeto bloqueó sus poderes. Su tacto todavía es letal en un contacto directo con su piel, por lo que creo es una respuesta psicosomática al trauma del homicidio generada por su débil personalidad incapaz. Sin embargo, al no usarlos voluntariamente, sus verdaderos poderes se han dormido como un virus en estado de reposo.
Necesitará ser vigilada, pero no es un peligro mientras sus poderes sigan suprimidos por ella misma y por los audios programado para ella con la frecuencia correcta.
Aún así, un uso prolongado voluntario de sus poderes podría desembocar en un despertara de su potencial. Lo he llamado “momento Olla a presión”, porque en eso se convertirá. La energía acumulada necesitará salir y llegará un momento en que la sujeto no podrá evitarlo. Esperemos que esté dirigida a objetivos cuando finalmente suceda.
El pronóstico final es que, cuando suceda, ella volverá corriendo a mí — Reginald Hargreeves, Diario de Campo.
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Había dudado antes de entrar a la bolera. Algo extraño le estaba pasando a sus poderes. Estaba sucediendo desde el momento en que mató a esos hombres sin tocarlos en Vietnam. Pero ahora está segura de que es así, algo le sucede a sus poderes que tanto tiempo intentó mantener dormidos. Le cosquillean los dedos y apenas logró que sus ojos dejaran de parpadear a violeta y volvieran a su verde habitual.
Se había quedado de pie delante de la entrada a la bolera y había balanceado sus opciones, preguntándose si sería más un peligro o una ayuda para sus hermanos. Al final, se forzó a contenerlo. Tenía que hacerlo, al menos hasta que resolvieran lo de Vanya. No podía darle a sus hermanos otro problema.
Así que entró y ahora está aquí, terminando de envolver su brazo herido con una venda. Sus hermanos a su alrededor, excepto por Diego, a quien esperan en un silencio discordante y un poco apático.
Acaba de cortar la venda con los dientes y terminar cuando Cinco parpadea a su lado en un destello azul.
—Hey —él dice, su tono de voz balanceándose entre la falsa indiferencia y los rastros de preocupación.
—Hey —saluda Fler en respuesta, frotando su brazo vendando y llevándolo contra su pecho, sobretodo para mantenerlo alejado de Cinco ya sus dedos están desnudos y un toque accidental sería el fin.
(Ya no está tan segura de si necesita un toque para eso. Es aterrador)
