Fla- ¡Samantha!
Me giré y lo pude ver.
Sam- No chilles.
Fla- Que no chille, tu sabes las horas que son.
Sam- Tengo el móvil sin batería.
Fla- ¿No tienes un reloj en tu muñeca?
Sam- Flavio, no me encuentro bien.
Fla- Me ha llamado tu madre para decirme si estabas conmigo. Nos tenías a todos preocupados.
Sam- Sí seguro que sí.
Fla- ¿Qué te pasa?
Sam- ¿Qué me pasa? Me pasa que no lo sé, me pasa tantas cosas que ya nada tiene un mínimo sentido, ni siquiera sé que estoy haciendo con mi vida ahora mismo. Me pasa que estoy agobiada por mi situación con mi madre, pero por suerte está mi padre, pero él no está siempre, porque tiene otra familia. Me pasa que mis notas están bajando y no se que hacer, me pasa que estoy perdida en un mar de dudas y tú también eres uno de esos problemas... Puede ser que mi madre tuviera razón cuando... Fuiste tu que llegaste a mi vida y lo pusiste todo patas arriba, pero a la vez eres la calma y eso me mata, saber que tú eres el único que me puede detener, que me puede consolar, pero por otro lado eres la causa de mis llantos y problemas eres tu y joder me estoy volviendo loca.
Fla- ¿Si tan mal estabas, porque no hablaste conmigo?
Sam- Si tu eres mi problema como te voy...
Fla- Exactamente por eso, como yo soy el problema. ¿Porque no hablaste conmigo en vez de fingir que todo iba bien?
Sam- Porque tenía miedo de perderte. Puede ser ahora mismo, te estoy perdiendo.
Fla- Sabes que nunca me voy a ir.
Sam- Pero todos se van, están sin estar. ¿Porque serías tú la exención?
Fla- Porque te quiero.
Hubo silencio durante unos segundos, y no sé en qué momento estábamos solo a unos centímetros de distancia, pero yo me separe.
Sam- ¿Qué hora es?
Fla- ¿Te recuerdo que tienes un reloj?
Sam- Te odio, vámonos.
Fla- Si en algún momento necesitas hablar, sabes que puedes contar conmigo.
Sam- Lo sé, avisa de que me has encontrado y que vamos para casa.
Fla- Ya lo he hecho, vamos pequeña.
Mañana o pasado intentaré subir otro, solo tengo estos dos capítulo y espero que os gusten.
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Quiéreme
RomantikHISTORIA COMPLETA Una niña que tan solo con seis años tuvo que aprender a vivir sin ser querida. Solo quería sentir ese sentimiento de echar de menos a una persona, que la cogieran de la mano y pasear por las calles, reírse de un mal chiste o unas c...