Quiéreme

Cascada

Sam- ¡Mama, me voy!

Mama- ¿A dónde vas?

Sam- A casa de un amigo, volveré tarde o a lo mejor por la mañana.

Mama- Vale, ten cuidado. – dijo sin escuchar mis palabras.

Sam- ¡Adiós!

Salí por la puerta y ahí estaba el coche de Flavio, él me esperaba fuera apoyado en su coche.

Fla- Puntual, que raro de tu parte.

Sam- Vamos no tenías prisa…

El viaje en coche no duró más de una hora y media, yo lo pasé todo el rato durmiendo, no había descansado nada en toda la noche.

Fla- Samantha, ya hemos llegado.

Yo gruñí un poquito ante sus palabras y tacto.

Fla- Venga…

Sam- Estaba muy cansada.

Fla- ¿No dormiste nada verdad?

Yo solo le respondí con una sonrisa.

El chófer de Flavio se fue, ayudándonos antes un poco con las cosas, debo decir que era muy majo.

Sam- ¿Y ahora qué hacemos?

Fla- Supongo que toca esperar que lleguen.

Sam- Dios espero que no tarden, me quiero bañar ya en ese lago, el agua se veía tan limpia y brillante.

Fla- Entonces vamos.

Sam- ¿Y no les esperamos?

Fla- Les dejamos una nota y como se llega, no está muy lejos de aquí.

Sam- Entonces espera que me cambio.

Mientras me fui a cambiar Flavio escribió la nota diciendo, que nos íbamos al lago, y que cuando llegaran podrían ponerse cómodos o acompañarnos, por si aún no estábamos.

El lago era mucho más bonito de lo que recordaba, el agua clara, que se veía el fondo, la preciosa cascada, y todo rodeado de una hermosa vegetación. Flavio fue el primero en entrar, parecía que era hondo porque solo al andar unos metros el agua le llegaba por un poco más arriba de la cintura.

Fla- ¿No te metes?

Sam- No sé, me da cosa, todo es tan bonito.

Fla- No seas tonta, el agua no está fría.

Empecé a andar en dirección a Flavio, el estaba nadando en dirección a la cascada.

Sam- ¿Dónde vas, espérame?

Fla- Nada un poquito Samantha, oh no sabes nadar.

Sam- No es eso.

Flavio volvió a nadar, pero estaba hacia a mí, y ahora yo me encontraba donde hace unos momentos él estaba. Me cogió de las caderas acercándome a él.

Fla- ¿Como puedes ser tan mona?

Sam- No es gracioso.

Fla- Vale, vamos sube a mi espalda te llevare como a mis primos pequeños.

Sam- ¡Flavio!

Fla- ¡Samantha!

Sam- No soy una niña.

Fla- ¿Entonces, tu solita?

Flavio me llevó hasta la cascada donde ahí no cubría tanto.

Sam- Esto es precioso.

Fla- ¿Cuántas veces lo has dicho? – dijo riendo

Sam- Fla, enserio es preciso.

Fla- Tu sí que eres preciosa.

Me reí, pero él parecía que si lo decía en serio. Se acercó a mí y yo no me aparté, acarició mis mejillas, y cuando estábamos apuntillo de juntar nuestros labios de nuevo.

Anaju- ¡Sam, Fla, estáis ahí!

Ambos nos separamos rápidamente, salimos de nuestro escondite y ahí estaban todos ya, algunos ya habían comenzado a entrar en el lago y otros estaban fuera.

A lo largo del día, no volví a estar a solas con Flavio y por parte lo agradecía. El momento en la cascada fue raro y no quería que todo volviera a ser incómodo como antes.

Mai- Sam, ¿qué hacías Flavio y tu?

Sam- ¿Cuando?

Anaju- Antes en la cascada.

Sam- Oh, nada solo estábamos ahí.

Eva- No estabais haciendo nada más?

Sam- No, pero tú y Hugo estáis muy juntos últimamente.

Eva- Sí bueno, creo que ese sentimiento hacia Hugo está volviendo a florecer.

Sam- Hacías bonita pareja.

Eva- Si…

Mai- Anda explica que seguro que hay más.

Eva- …

En nada es setmana Santa y me pondré a escribir, quedan pocos capítulos. Lo siento por la espera. Se os quiere!!!