Te lo debo

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Sam- Sabias que Flavio iba a ir a la maldita fiesta. Sois unas cabronas, por eso insistías tanto en que fuera.

Mai- Talvez.

Nia- Pues claro que lo sabíamos.

Mai- Nia tía cállate.

Nia- Ya lo sabía para que mentirle no serviría de nada.

Sam- Esta os la perdono.

Mai- Claro, ahora vamos a clase.

Hace unas semanas que nos reconciliamos Flavio y yo, les agradezco a las chicas en que insistieran a ir a la maldita fiesta de mi padre, porque ahora Flavio se a convertido en una persona importante en mi vida, se podría decir que es mi mejor amigo. Solemos quedar los domingos por la tarde en la misma cafetería que la primera vez. Hablamos de todo lo que ha pasado en esa semana, pero sobre todo reíamos un montón y por ese motivo me gusta su compañía. Cuando estoy con él, todos los pequeños problemas desaparecen y estamos él y yo, nadie nos dice que podemos hacer o dejar de hacer. Durante estas semanas hemos descubierto que tenemos muchas cosas en común, pero muy diferente a la vez.

Estaba en la clase de música, le pedí a Andrea si me dejaba quedarme un rato después de la clase ya que era ultima hora. Es tarde me apetecía pasar un rato en esa preciosa aula, llena de instrumentos y el silencio que tantas veces he escuchado. Pero ese silencio fue interrumpido por la puerta.

Fla- ¿Se puede?

Sam- Claro.

Fla- ¿Qué haces aquí? - decía mientras se dirigía hacia un sito para buscar algo.

Sam- ¿Te has dejado algo?

Fla- Yo he preguntado antes.

Sam- Pero seguro que tu respuesta es más corta.

Fla- Si me he dejado unos papeles, soy un desastre.

Sam- Ya lo sabemos todos.

Fla- ¿Qué haces qui sola?

Sam- Este sitio es otros de mis lugares favoritos, me parece tan bonita esta clase. Siempre esta llena de sonidos, pero de repente todo está en silenció y puedes escuchar las hojas de los árboles caer.

Fla- Al final voy a descubrir todos tus sitios secretos.

Sam- Solo conoces dos y el primero te lo enseñe yo.

Fla- Te lo tendré que recompensar.

Sam- No hace falta.

Fla- Claro. Ven te llevare a un sitio.

Sam- ¿Ahora?

Fla- Si ven.

Sam- Vale vale.

Íbamos andando por las calles, al principio me sonaban de pasar un par de veces por ahí, pero de repente se adentró en unas calles que nunca había recibido.

Fla- Por tu cara supongo que nunca has estado por esta zona.

Sam- No nunca he estado por aquí.

Fla- Ya, poca gente la conoce o simplemente la tienen abandonada. pero te puedo jurar que te vas a enamorar del sitio donde vamos. 

Sam- A ver si es verdad

Andamos unos poco minutos más, la verdad es que Flavio tenía razón, no sé cómo llegamos. pero estábamos parados mirando a un mar precioso. estábamos en una pequeña cala escondida de la cuidad. era precioso y el agua estaba muy clara.

Fla- Mi madre nos traía aquí a Bea y a mi cuando éramos pequeños.

Sam- ¿Seguís viniendo?

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