Había pasado un mes desde la vez que nos reconciliamos Flavio y yo. Todo iba bien, volvimos a ser los mismos que hace unos meses atrás, parecía que nada había cambiado y que todo ese mes sin dirigirnos la palabra o miradas, nunca pasó.
Durante todo este tiempo me ha dado tiempo a pensar, y la verdad me ha venido muy bien. He entendido que yo no soy una persona muy sociable y cariñosa, más bien soy una persona fría. Entendí también que nadie en este planeta lleno de millones de personas, ninguna de ellas es mi alma gemela. Pero está bien, porque he aprendido durante toda mi vida a vivir sola, he aprendido a cuidarme y nunca voy a necesitar a nadie, me he dado cuenta que no necesito a nadie.
Ahora mismo me estoy preparando para la alfombra roja de los premios. Mi madre ha sido nominada para cuatro premios y como cada año yo la acompaño como su pareja.
MS- ¡Sam te falta mucho, en media hora salimos! ¡No pienso llegar tarde por tu culpa!
Sam- ¡En diez minutos estoy abajo!
MS- ¡Rápido!
Que pesada puede llegar a ser, luego será ella en el último momento que tiene diez cosas que hacer antes de irnos, como siempre.
Ya en la limusina.
SM- Esta noche nos lo pasaremos genial.
Sam- Seguro, que sí. - dije irónica.
SM- Y esa cara, ¿estás nerviosa porque vas a cantar delante de toda esa gente?
Es verdad, ya ni me acordaba que tenía que cantar delante de toda esa gente falsa. Yo un público así, no lo quiero. Por suerte estará Mai, porque su madre también está invitada para cantar y Mai le acompaña.
Sam- Si es eso.
SM- Tu no te preocupes lo harás genial.
Sam- Gracias mamá.
Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que mi madre me miraba a mis ojos dándome apoyo, esos ojos tan parecidos a los míos y que pocas veces reconozco.
Flashes y más flashes, ruido por todos lados y gente mucha gente. Ahora mismo lo que quería era salir corriendo, huir y no mirar atrás.
Periodista- ¿Samantha nerviosa por la actuación de hoy?
Sam- Si, es la segunda vez que cantó delante de tanta gente...¿no se?
P- Tenías este pequeño secreto bien guardado.
Sam- Si, bueno, llevo cantando desde los seis años.
P- Pero este no es tu único secreto. ¿No?
Sam- ¿Cómo?
P- Si, nos hemos dado cuenta de que pasas mucho tiempo con Flavio el hijo de nuestro mejor jugador de fútbol.
Sam- Bueno si, Flavio y yo estudiamos juntos en el mismo instituto.
P- ¿Es ahí donde os conocisteis?
Sam- Bueno ya nos conocíamos de pequeños porque nuestros padres son amigos, pero nunca llegamos a ser amigos. Podríamos decir que lo he conocido hace solo unos meses.
P- ¿Y ahora sois íntimos amigos, no?
Sam- Si, Flavio y yo tenemos muchas cosas en común, conectamos muy rápido.
P- ¿Entonces podría ver algo más que una bonita amistad?
Sam- Claro, Flavio para mi... es... como... el hermano mayor que nunca tuve. Lo quiero mucho.
P- Qué bonitas palabras, seguro que Flavio te quiere como tú a él.
Sam- No lo dudes.
P- Muchas gracias Samantha, estamos deseando escuchar tu primer sencillo.
Sam- A ti.
Y así se pasó casi toda la noche entre entrevistas y entrevistas, hasta el momento de subir al escenario.
Cante como nunca antes lo había hecho, por primera vez disfrute encima de un escenario. Me sentía cómoda, querida como nunca antes me había sentido.
Mañana subo uno, será un poco más cortito que este. Muchas gracias por leer. èrdon por subir solo dos a la semana pero no tengo tanto tiempo como antes.
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Quiéreme
RomanceHISTORIA COMPLETA Una niña que tan solo con seis años tuvo que aprender a vivir sin ser querida. Solo quería sentir ese sentimiento de echar de menos a una persona, que la cogieran de la mano y pasear por las calles, reírse de un mal chiste o unas c...