Cualquiera menos tú

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Mai- De que habéis hablado ahí fuera, al principio parecía que te ibas a poner a llorar y luego estabas a punto de mearte la risa.

Sam- Mai no seas cotilla, solo me ha preguntado como vosotras y le he dicho lo mismo que a vosotras.

Nia- ¿Y de que os reíais tanto?

Sam- ¿Quiere que seamos amigos? Que tontería yo no tengo amigos solo a vosotras y la verdad no se si los chicos me consideran su amiga.

Nia- Los chicos estoy segura que ven como una amiga más. Y no hay nada malo en que Flavio se tu amigo.

Mai- ¿A que no sea porque lo quieres como más de amigos?

Sam- Que dice Mai, hoy estas muy graciosa.

Nia- Sam era una broma.

Sam- Una broma.

Mai y Nia se rieron de la actitud nerviosa que estaba pasando Sam.

Los días iban pasando, las clases y ensayos, tan rápido que el viernes llego. Nada mas que esas dos cosas hacía, hubo un par de tardes que quede con las chicas y los chicos para pasar un rato juntos.

Ahora me encontraba de vuelta del insti para casa, llame Alejandro que no viniera buscarme a clase y que se quedara con su familia ese fin de semana. No conocía a su mujer ni hijos, pero él me había hablado mucho de ellos, ya que yo siempre le preguntaba por ellos cuando íbamos en el coche.

Caminaba bajo la luz del sol del mediodía, sentía el calor en mi piel y el poco viento que había acariciándome, las calles bacias y el canto de un par de pájaros cantando una hermosa melodía. Puede cerrar los ojos e imaginar una vida mejor, sabiendo que al volver a casa habría alguien al que abrazar y decir te he echado de menos.

Fla- ¿En qué piensas rubia?   

Sam- Tu tenias que ser.

Fla- ¿Quién iba a ser?

Sam- Cualquiera menos tu. – se le escapo una pequeña sonrisa.

Fla- Auch eso dolió, pero se que no es verdad.

Unos segundos de silencios invadió el momento antes de que empezara hablar.   

Sam- No pensaba en nada especial.

Fla- Pues últimamente solo haces que pensar. Siempre que te veo te encuentro pensativa mirando al infinito.

Sam- Me alhaja que me observes, aunque sabes que no me gusta que lo hagan.

Fla- Tampoco te creas que me paso el día buscándote.  

Sam- Esta claro que yo no lo hago, siempre que hablamos es por ti.

Fla- Pero se que te encanta hablar conmigo, no lo puedes negar.

Sam- A veces esta bien, hablar con alguien tan estúpido como tú, para reírte con él.

Fla- Ahora ya no soy gilipollas, sino estúpido.

Sam- Siempre serás mi estúpido.

Fla- Y tu mi rubia.

Sam- Yo no soy de nadie.

Fla- Te alegrara saber que yo tampoco.

Después de es frase nos miramos a los ojos, madre mía sus ojos café, tan pequeños y expresivos a la vez.

Sam- Te apetecería quedar algún día para. ¿No se ir a dar una vuelta por el barrio o tomara algo?

No sé de dónde salió el valor para decir esas palabras.

Fla- ¿Tú me estas pidiendo una cita a mí?

Sam- No es una cita, es una tarde para pasar con tu amigo. Y no te rías de mi porque a lo mejor solo es para reírme de ti y dejarte colgado es día.

Fla- No te atreverías.

Sam- ¿Quien dice que no? ¿Entonces qué?

Fla- Vale. ¿hoy puedes?

Sam- Si.

Fla- a las cinco en la cafetería de delate del insti.

Sam- No, por ahí esa zona suelen estar todos los del instituto y ahí mucha gente. Mejor quedamos en la pequeña plaza de aquí a lado. ¿la conoces?

Fla- Si, la de la fuente?

Sam- Si esa es.

Fla- Bueno yo me voy por aquí, nos vemos luego.- le dedica una pequeña sonrisa.

sam- adios.

Después de comer llame a las chicas para decirles que al final no podía quedar con ella.

Las cinco se acercaban y no sabía si era buena idea, solo quedaban diez minutos y seguía sentada, pero lo hice. 










Gracias por el apoyo, de verdad. Este es un capítulo un poco corto, pero el siguiente se pone un poco intenso.

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