Una silueta

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No dirigimos a la cafetería todas juntas, pero en ese trayecto me fijé que el grupo estaba dividido, aunque eran muy unidas unas con las otras, cada una tenía sus propias amistades.

Delante del todo se encontraban el grupo de Eva, más atrás se veían un grupo de seis chicas bastante unidas, a su lado derecho estaban las otras tres chicas y otras tres, mientras más atrás estábamos nosotras tres.

Llegamos a la cafetería y Nia nos presentó a cada uno de los chicos pero sin acercándonos. Al rato apareció un chico alto, delgado con el pelo rizado y ojos cielo, corriendo para darle un beso en los labios de nuestra nueva amiga.
Ella nos presentó a su novio, Jesús era el portero del equipo, detrás le siguieron dos chicos más, ambos eran muy parecios, con el pelo oscuro rizado y ojos marrones. Nia nos los presentó también, eran los mejores amigos de Jesús, Javy y Rafa.

Nos sentamos con ellos en una mesa junto al resto de la gente, los tres eran chicos muy gracioso. No parábamos de reírnos, por cada cosa que decían. Cuando ya tome más confianza me decidí a preguntar por el parecidos de los dos morenos.

Sam- ¿Vosotros dos sois familia o algo?

Todos empezaron a reírse menos Mai y yo.

Sam- He dicho algo gracioso?

Javy- No es que siempre cuando conocemos a alguien  nos preguntan los mismo.

Jes- Es muy gracioso.

Mai- pero los sois? Familia?

Rafa- No para nada.

Javy- Tampoco nos parecemos tanto, entre nosotros dos no lo notamos pero todo el mundo lo dice.

Mai- entonces no sois familia?

Sam- No

Todos empezamos a reír otra vez. Justo en ese momento apareció un chico, bueno mejor dicho tres.

X- Ey chicos que hace tanta gracia por aqui.

Jes- Nada Hugo, que las señoritas acaban de descubrir que Javy y Rafa son muy parecidos.

Hugo- Jaja, es verdad yo también lo pregunte el primer día que los vi.

Mai- Seguro que no os separaron al nacer?

Maialen seguía en su línea, aun no le quadraban la cosas, era muy gracioso.

X- Vosotras soy las otras dos nuevas no?

Sam- Si.

Hugo- Y como se llaman señoritas?

Mai- Yo soy Maialen pero me podía llamar Mai y ella es Samantha, pero le gusta que le llamen Sam. Dato nunca le llaméis Samantha no le gusta, y es mejor que no se enfade con vosotros, si se pone igual que conmigo. -eso último que había dicho lo dijo por lo bajito, pero igualmente ella lo escuchó.

Sam- Sabes perfectamente que eso es metiera, no es que no me gusta sino que es muy largo.

X- Entendido, nosotros somos Hugo, Gérard y Flavio estamos en el equipo.

Gérard- Hola chicas.

Mai- Jo que mono eres.

Todos rieron por el comentario que dijo Mai.

Ger- Gracias supongo- se sonrojo.

Fla- Que tal.

Mai- bien.

Le respondió Mai, pero de mi parte mi respuesta una cara de asco hacia el chico, solo había intercambiado un par de frases y me caía mal, sabía el tipo de tío que era. Un chulo, creído, seguro niño de papa y repelente, que asco. El solo me sonrió.

Ger- Bueno nos vamos un placer conoceros, ya nos veremos.

Nos despedimos de ellos y continúabamos  con nuestra conversacion y risas. Al rato escuche por lo bajito como Eva les decía a Hugo, porque habían ido hablar con nosotras y se reían tanto, lo único que salió por la boca del chico fue un simple. "Son majas, que problema ahí" y se alegó de ella.

La tarde paso rápida y eran ya las nueve pasadas. Decidimos que era hora de irse, nos despedimos de los pocos chicos que habían y salimos por la puerta, Nia y el resto de chicos, vivían por la parte del norte y nosotras la del sur así que nos tuvimos que separa al salir de la cafetería.

Cuando empezamos a andar a los minutos sonó el teléfono de Maialen. Tuvo una corta conversación, con la persona que estaba en la otra línea.

Mai- Era mi padre, dice que están en la puerta del Instituto, resulta que tenía que estar en casa a las nueve y no he avisado de que llegaría tarde. Lo siento no quiero dejarte sola a estas hora, puedes venir.

Sam- Tranquila no quiero, ver como te regaña ti padre. Llamaré a Alejandro.

Mai- Segura?

Sam- Si, anda corre antes de que el castigó se peor.

Nos despedimos con  dos besos rápidos y salí disparada camino al Instituto como una bala.

Sabía que Alejandro estaba de vacaciones hasta el viernes, pero no quería preocupar a Mai, ya tenía suficiente con el castigo que le vendría encima.

Caminaba a paso lento, no sabía si mi madre ya había llega o no, pero no tenía ninguna llamada pérdida de ella, a si que di por echo que no. Cuando ya llevaba diez minutos andando solo quedaban otros vente, comencé a escuchar unos pasos detrás de mi. Ahora ya no andaba a paso lento, ahora era más rápido y daba pasos más grandes y no tan pequeños. Una voz me llamó, tenía miedo no la reconocí y fue ese momento en el que empecé a correr. Pero mi mala suerte me tropecé con algo. Veía como una silueta se acercaba a mi.









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