Quiéreme

Solos otra vez

Nia- ¿Flavio que haces por aquí?

Fla- Había quedado con los chicos, pero me han dejado plantado.

Mai- Bueno, Nia y yo tenemos que irnos ya, para la semana que viene tenemos la exposición de inglés, y ya sabéis que mi nivel de inglés es una mierda.

Nia- Nos vemos mañana.

La mesa quedó en silencio.

Fla- Solos otra vez.

Sam- Voy a empezar a odiarte, estas en todas partes.

Fla- No me extraña que no shippen tanto.

Sam- Que gracioso Flavio.

Fla- He visto las noticias, felicidades.

Sam- Gracias supongo.

Fla- Ha tenido que ser una mierda.

Sam- La verdad todo eso es una mierda.

Fla- Porque lo dices?

Sam- Sabes Flavio, no se que pasa y ese es el problema.

Fla- A veces está bien no tener el control de todo.

Sam- Pero yo siempre he tenido el control de mi misma y ahora no se que quiero ni para cenar.

Fla- Tienes que relajarte, últimamente estás rara.

Sam- Lo se.

El silencio invadió de nuevo.

Fla- Vamos, te voy a llevar a un sitio.

Sam- Espera ahí que pagar.

Flavio dejó un par de billetes en la mesa y una algunas monedas.

Fla- Solucionado, ahora vamonos.

Flavio me llevaba arrastras por las calles.

Sam- Voy admitir que ahora mismo tengo miedo.

Fla- Que fuerte Samantha Gilabert tiene miedo.

Sam- No en serio, tienes que verte la cara.

Fla- Con la tuya me conformo.

Sam- Va dime dónde me llevas.

Fla- Paciencia, está un poco lejos.

Sam- Flavio llevamos dos horas caminando, si me quieres matar hazlo ya, no me hagas sufrir.

Fla- Pensaba que no podrías ser más tonta de lo que eras.

Sam- ¡Oye, te pasas! Respeta a tus mayores.

Fla- Perdóname señora.

Sam- ¿Como que señora? Señorita en todo caso.

Fla- Tiquismiquis.

Sam- ¿Cuanto falta?

Fla- Luego soy yo el niño pequeño.

Sam- ¡Flaviioo!

Fla- Ya hemos llegado.

Parecía que estaba en una pelicula, mis ojos no creían lo que veían, mereció la pena caminar esas dos horas sin parar.

Sam- Fla esto es precioso.

Fla- Esta casa ha pertenecido a mi familia durante años, es como una reliquia familiar, pero en este caso no es un reloj o un anillo, es esta pequeña cabaña.

Sam- Es preciosa, ¿podemos entrar?

Fla- No tengo la llave.

Sam- Flavio tío, me has hecho caminar durante dos horas para esto.

Fla- Aquí no era donde te quería llevar, ya vendremos otro día y podemos invitar al resto, detrás ahí un pequeño lago donde nos podemos bañar.

Sam- Esto es una maravilla.

Fla- Ven.