Mai- ¿Esta bien tu madre?
Sam- Si, no era nada.
Mai- ¿Y tú como estas?
Sam- Poco a poco.
Mai- Si necesitas algo dímelo.
Sam- Lo sé.
Mai- Podríamos quedar las chicas hoy por la tarde e ir de compras.
Sam- No me apetece, pero si queréis ir vosotras.
Mai- ¿Sam que está pasando contigo, solo sales de casa para ir al instituto?
Sam- Sabes que pasa, no pasa nada, eso es lo que esta pasando. Estoy fatal, ni siquiera sé por qué.
Mai- Quedándote en casa no vas a solucionar nada.
Sam- Lo sé. ¿Pero qué quieres que haga?
Mai- Solucionar las cosas con Fla.
Sam- Esa idea ha pasado por mi cabeza millones de veces, pero…
Mai- Sam escúchame por una vez en tu vida. Ni siquiera te acuerdas porque estáis enfadados, Flavio era algo positivo en tu vida y lo vas alejar por no tener claros sus sentimientos. Tu tampoco sabes lo que sientes por él. Cuando estabas con él era el único momento que te veía reír por tanto tiempo. Personalmente creo que deberías hablar con él.
Sam- No quiero ser la chica blanda o princesa, que va detrás de su príncipe azul, porque lo necesita, no quiero ser la chica que da pena más.
Mai- Nadie te ve así, para mi eres la chica mas valiente del mundo, por todo lo que has tenido que pasar durante estos años y has sabido llevarlo tú sola. Eres una persona a seguir y sé que llegarás lejos en esta vida y algún día todos te verán como una super heroína y no la pobre chica qué dices tú.
Sam- Y tú serás mi fiel acompañante.
Mai- Siempre juntas.
Las dos reímos.
Mai- Entonces hablaras con Flavio.
Le lancé una mirada de odio.
Mai- Vale, pero no me mires así.
Sam- Gilipollas.
Esa palabra salió por mis labios sin pensar antes, un dolor en el pecho sentí al recordarlo otra vez.
Sam- Hablaré con él, hoy, quedaré con él y arreglaré las cosas.
Mai me sonrió y seguimos el camino hacia casa.
Acababa de llegar a casa tenía el móvil encima de la mesa y la tentación cada vez era más grande. Me preguntaba si de verdad quería hacerlo y si era lo mejor. Mi corazón fue el primero en responder con el pulso acelerado cada vez que mi mano se acercaba al móvil, y mi cabeza actuó segundos después, buscándolo en mis contactos. Quería arreglar las cosas con él, de verdad lo quería. Quería estar con él, fuera como amigos o algo más. Dios no soy una niña pequeña, puedo afrontar esto, que un chico no corresponda con mis sentimientos no es el fin del mundo. Toda la vida conmigo misma y ahora no voy a necesitar un chico para seguir adelante, está bien tener un apoyo, pero no para toda la vida.
|| Sam || ¿Flavio?
|| Fla || ¿Sam, eres tú?
|| Sam || Si, soy yo. Te llamo por si podrías quedar hoy.
|| Fla || ¿Para hablar?
|| Sam || Si, donde siempre.
|| Fla || A la misma hora.
|| Sam || Nos vemos. – cuelga.
Volver a escuchar su voz después de tanto tiempo ha sido difícil. No se si ahora mismo me arrepiento de lo que hace, pero ahora no hay vuelta atrás.
Andaba por las calles, mis manos y piernas temblaban y no era por el frío de finales de enero.
Cuando llegué él ya estaba ahí, estaba a punto de darme la vuelta y salir corriendo como tantas veces hago. Pero una voz me detenio, era la suya. En ese mismo momento me pude derrumbar pero no lo hice, camine hacia él, decidida de aclarar todo lo que había pasado.
Fla- Hola.
Sam- Hola, yo quería hablar, y no sé… han cambiado muchas cosas, y quiero aclarar antes… - no me dejó acabar.
Fla- ¿Qué es lo que ha cambiado?
Sam- Todo ha cambiado.
Fla- ¿Cuándo, en qué momento?
Sam- El día que ambos cambiamos, ya no somos los mismo y nuestra relación tampoco.
Fla- Digites que nada podía cambiar entre nosotros dos.
Sam- La gente promete muchas cosas, dice tanto y nunca hacen nada.
Fla- Pensaba que eras una persona que cumplía con su palabra.
Sam- A lo mejor no nos conocemos tanto como pensábamos.
Fla- Tal vez nunca has sido tú misma.
Sam- Siempre he sido yo, siento que te des cuenta ahora.
Fla- Nunca has sido así conmigo, siento haberte hecho daño, se que he sido un cabrón y también un imbécil. Que he tardado en hablar contigo, pero no tenía claro mis sentimientos. Pero estoy aquí, y me arrepiento de no haber venido antes, pero ahora lo único claro es que quiero estar contigo.
Sam- Pero todavía no sabes como llevar esta situación.
Fla- Claro que no, pero tú tampoco. Solo déjame volver a tu vida, sea como sea. Te echo de menos.
Sam- Pero si acepto no me hagas ilusiones, no me beses, porque me confundes.
Fla- Yo también estoy confundido.
Sam- Y que pretendes que haga, que olvide todo lo que ha pasado todo este mes. Lo siento, no puedo.
Fla- No te estoy pidiendo nada de eso, solo intentarlo.
Sam- ¿Intentar el que?
Fla- Volver a lo que éramos.
Sam- Me arrepentiré.
Fla- Nunca más.
Sam- Prométemelo.
Fla- Te lo prometo.
Sam- Lo haremos poco a poco.
Fla- Como quieras señorita.
Sam- No te confíes que te mando a la mierda.
Fla- Seria un placer
Gilipollas- dijimos los dos a la vez entre risas.
Sam- Eres una mierda de amigo, solo para que lo sepa.
Fla- Tu directamente eres la mierda.
Sam- Gracias, yo también te quiero.
Fla- Sabes que te lo dijo con amor.
Sam- Ya claro, con amor.
Fla- Eres tontisima, anda vamos a comer algo, no he comido nada.
Sam- ¿Nervioso por algo? - sabía que él no comía cuando algo le inquietaba.
Fla- Una chica me ha llamado antes diciendo que quería hablar conmigo.
Sam- ¿Quién era la chica? – pregunté sabiendo que se refería a mí.
Fla- No la conoces, pero no es muy buena gente, tres palabras, rubia de bote.
Sam- ¡Oye, yo no soy rubia de bote, imbécil!
Fla- Nunca pensé que estaría un mes entero sin hablarte.
Sam- Yo también, sabes Cuando te llamé, luego me arrepentí, pensé en no ir.
Fla- Me ibas a dar plantón como el primer día. Hay cosas que no cambian.
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Quiéreme
RomanceHISTORIA COMPLETA Una niña que tan solo con seis años tuvo que aprender a vivir sin ser querida. Solo quería sentir ese sentimiento de echar de menos a una persona, que la cogieran de la mano y pasear por las calles, reírse de un mal chiste o unas c...