—¿Es verdad lo que dicen?
Miré a mi izquierda para comprobar que la pregunta provenía nada más y nada menos que del mismísimo Park Jimin. Me había interceptado en la puerta de clase, en la cual yo estaba tirándole bolitas de papel a Taehyung a través del cuerpo de un bolígrafo vacío. Mi amigo estaba ya harto de mis jueguecitos, pero sabía que eso era lo que más me emocionaba; pincharle. Sin embargo, no pude seguir intentándolo, porque la repentina aparición de Jimin y su pregunta me distrajeron.
—Buenos días, Jiminie —saludé sonriente. En algún punto de mi educada frase Taehyung se hizo con mi cerbatana improvisada y me la arrebató, maldiciendo. No me importó, me haría otra más tarde—. Sí, soy lesbiana.
—No me refiero a eso.
—Sí, se la chupo al profesor Choi para no hacer educación física.
—Tampoco hablo de eso. Y sé que no lo haces, que es por tu enfermedad.
—Entonces me he perdido —dije, no le di la más mínima importancia a que supiera algo que solo conocían unos pocos a mi alrededor. Después de darle muchas vueltas había llegado a la conclusión de que yo nunca me presenté en aquel primer encontronazo. No le dije mi nombre, ni mi clase, ni mi curso, y aún así él lo sabía todo. No era de extrañar que también supiese aquello—, ¿de qué estamos hablando?
—De Jeon y tú —reveló, obteniendo por fin toda mi atención—. Dicen que estáis juntos, que os besasteis el otro día en el pasillo de las taquillas.
—Ah, eso. Sí, nos vamos a casar el año que viene. Estás invitado, Jiminie. Si te portas bien puede que hasta te pida que seas mi padrino.
—Roa...
—¿Qué? ¿No te lo crees?
—Sé que no te gusta, y creo que no me equivoco si digo que a él no le caes nada bien —reflexionó, y no, no se equivocaba. Al menos, no del todo—. Pero no entiendo por qué dicen que os habéis besado.
—Porque es la verdad —admití. Jimin frunció el ceño como si acabara de insultarle con el peor de los insultos—. A veces le beso.
—¿Cómo que a veces le besas?
—Pues para provocarle, no sé. —Parecía, por la expresión de sus ojos, que lo que Jimin tenía delante no era yo, sino un enigma. Un mensaje encriptado. Una frase en sánscrito—. No intentes entenderme, Jiminie. La gente se frustra muchísimo cuando trata de hacerlo, porque nunca lo consigue.
—No... es que, a ver, sé que te gusta provocarle, pero creo que daría más resultado hacerlo a través de un insulto, no con un beso.
—No quiero insultarle, porque no es mi intención ganarme su odio —le expliqué, él asintió como si lo entendiera, pero yo sabía bien que no—. Quiero acercarme a él, ser su amiga.
—Ser su amiga —repitió, yo asentí—. Pero los besos no os convierten en amigos, os convierten en algo más.
—¿Tú crees? —No se lo pregunté yo, fue Taehyung. Se había colado en la conversación de repente, cruzándose de brazos y echándose sobre la pared a nuestra derecha—. Yo soy su mejor amigo.
—Bueno, eso de mejor...
—Cuéntale como nos hicimos amigos, Roa —me instó, ignorándome. Jimin estaba claramente perdido por la repentina intervención de mi amigo, pero también interesado.
—Ah, nos liamos.
—¿Os liasteis?
—Sí, eso hicimos —aseguró Taehyung, y asintió mientras miraba fijamente al suelo, como traumatizado.
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Cold as Fire » jjk, pjm
FanfictionEl comportamiento de Roa nunca estuvo ligado a su estricta cultura ni a lo que se esperaba de una "señorita de su estatus social", y las muchas críticas que recibió por ello le resbalaron como el más escurridizo aceite. Para ella, la vida era un jue...