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Me bajé del taxi con una sensación agridulce en el pecho. Estaba a punto de ver a Jungkook otra vez, y por eso estaba contenta, pero lo que tenía que decirle no era nada bueno ni bonito y, en el fondo, estaba aterrada de su reacción.

Por fin había decidido a operarme, solo necesitaba un poco de tiempo para darme cuenta de que esa era la opción correcta y una abuela que me dijera las verdades a la cara. Puede que cualquiera me hubiese dicho lo mismo que ella, pero no cualquiera era mi ejemplo a seguir. Ni tampoco cualquiera habría tenido la entereza de darme su opinión de manera objetiva aún siendo su nieta. Si le hubiera preguntado a Yoa, por ejemplo, probablemente se habría dejado llevar por el miedo y me habría suplicado que me operara. Mi madre directamente me habría obligado a hacerlo y mi padre tampoco habría sido muy diferente a mi hermana. En cuanto a Jungkook... ni siquiera podía imaginarme cómo habría reaccionado él, pero supongo que había llegado el momento de averiguarlo.

—¡Roa! —exclamó la madre de mi novio en cuanto crucé la puerta exterior. Me había abierto a través del interfono, pero a ella siempre le gustaba venir a recibirme en persona—. No sabía que ya habías vuelto a Seúl, Jungkook me ha dicho esta mañana que aún seguías en Yeosu.

—¿Se lo ha dicho? —pregunté extrañada—. ¿Por su propia voluntad o bajo coacción?

—Bueno, puede que haya preguntado por ti más veces de las que se consideran soportables —admitió, guiñándome un ojo. Se me escapó una pequeña sonrisa de orgullo. Parecía que mi suegra estaba aprendiendo a tratar con su hijo, y que su hijo estaba dejándola entrar poco a poco en su vida. Eso me hacía muy feliz.

—No sabe que estoy aquí, por eso no le ha dicho nada —expliqué—. Es algo así como una sorpresa.

Pero ¿una sorpresa buena o mala? Dependía un poco de cómo se mirara.

—¡Ay, qué romántico! Seguro que se alegra mucho de verte —me dijo, agarrándome de la mano y guiándome hacia el interior de la casa principal—. Lleva un par de semanas más gruñón de lo normal, ¡y mira que eso es complicado! Ni siquiera Hanee es capaz de sacarle una sonrisa al muy dramático.

Se me creó un agujero en el estómago al oír esas palabras. Jungkook lo había pasado mal por mi culpa; por mi pésima gestión de todo lo que me estaba pasando. Y no contenta con eso ahora venía a empeorarlo todo. ¿Y si... no se lo decía? ¿Y si simplemente le dejaba? Así, sin motivo. Tal vez de esa forma conseguiría que me odiara y luego, si no sobrevivía a la operación, mi pérdida no le dolería tanto como si aún estuviéramos juntos. Era una opción que había sopesado en los últimos días varias veces, y que en ese momento me parecía más viable que nunca. Pero en el fondo sabía que no tenía la fuerza de voluntad suficiente para hacer algo así, porque romperle el corazón a él significaba rompérmelo a mí también, y porque en cuanto lo viera, en cuanto mis ojos entraran en contacto con los suyos, todas estas ideas se convertirían en un montón de intenciones que nunca llegaría a realizar.

La madre de Jungkook cruzó el salón parloteando y me arrastró escaleras arriba. Nunca había estado en la segunda planta de aquella casa, que era igual de bonita y acogedora que la primera. Nos adentramos en un pasillo, pasamos de largo varias habitaciones (entre ellas una que parecía ser la que habría ocupado Jungkook si no hubiera decidido apoderarse de la casita del jardín) y llegamos hasta la última puerta, de la que salían algunas voces que reconocí al instante. Jungkook y Hanee estaban sentados en el suelo de madera clara, jugando a algo que, definitivamente, al más mayor no le hacía ni puta gracia. Sostenía una muñeca con su mano derecha como si alguien le estuviera apuntando a la cabeza con una pistola para hacerlo, mientras que su hermana pequeña sostenía otra y la movía de lado a lado mientras hablaba, mucho más emocionada que él. Casi suelto una carcajada, pero algo se me removió en el pecho cuando la madre de esas dos fascinantes criaturas decidió dar tres golpecitos a la puerta con los nudillos para llamar la atención de sus hijos, haciendo que Jungkook reparara al fin en mi presencia.

Cold as Fire » jjk, pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora