Corramos juntos | Nathan y tú

Superando miedos

Tras haber realizado los esquemas básicos para hacer la supertécnica decidimos dividirnos en dos grupos: Mark iba a ayudar a Jack; y Nathan, Kevin y yo ayudaríamos a Axel.

Jack y Mark se colocaron un par de ruedas porque si el primero no saltaba lo suficientemente alto, el segundo tampoco lo conseguiría. Antes de dividirnos, le pregunté a Mark que por qué realizaría el entrenamiento y me respondió que él necesitaba reforzar su salto también. Yo en verdad sabía la razón de por qué lo hacía y era para no dejar a Jack solo, esa es una de las cosas que más me gusta de Mark, siempre ayuda a sus amigos con lo que pueda. Tras esto, me dirigí hacia los 3 chicos, que ya habían empezado.

Después de decir cómo realizaríamos el entrenamiento, nos pusimos manos a la obra. El entrenamiento consistía en que dos de nosotros impulsaríamos a Axel lo más fuerte que pudiéramos para que este hiciera el gesto de chutar y caer de pie. La forma de impulsarlo la realizamos con nuestros propios brazos ya que si usamos a Jack como trampolín no sería una base fija como el suelo.

Estuvimos toda la tarde entrenando, pero Axel no conseguía acabar de pie y acababa cayendo al suelo. Yo fui a buscar un poco de agua y cuando llegué los vi a los 3 estirados en el suelo cansados.

-Vamos a dejarlo, está claro que no puedes más – le dijo Kevin a Axel.

-Lo mismo te digo – respondió Axel mirándole las marcas de los brazos, las mismas que teníamos Nathan y yo.

-Esto no es nada de nada. Sin embargo, tu sí que estás... - decía Kevin antes de ser interrumpido.

-Yo igual, ¡esto no es nada!

-Está bien, como quieras – dijo Nathan.

-Ey chicos – hablé, haciendo que todos voltearan su mirada hacia mí – he traído un poco de agua – dije tendiéndoles las botellas.

-Muchas gracias, ____ - dijo Nathan.

Después seguimos entrenando hasta que por fin Axel consiguió caer de pie, pero al momento cayó al suelo por el cansancio. Los tres fuimos corriendo hacia él y le ayudamos a levantarse.

-Axel... - dije preocupada.

-Estoy bien, tranquila.

-Por fin lo has logrado – comentó Kevin.

-No, esto es sola la tercera parte de la técnica.

-Pero ahora estamos más cerca de conseguirlo – respondió Nathan.

-Es verdad, solo nos falta un paso para conseguirlo – dije sonriendo. – Será mejor que vayamos con los demás, creo que Jack también ha mejorado con el entrenamiento especial.

Cuando llegamos con los otros, la mayoría estaban sentados y nosotros 4 hicimos lo mismo. Nathan se puso al lado mío.

-Está bien chicos, ya solo nos queda una parte más. ¡El partido contra el Wild está muy cerca!

-¡Sí! – Dijimos todo el mundo al unísono.

-Oye Nathan, ¿cómo tienes los brazos? – Le pregunté acercándome a él.

-Bueno, un poco rojos y un par de rasguños. Nada de qué preocuparse, ¿y tú?

-Más o menos igual, ven te echaré el spray que me ha dado Celia. Kevin ya se lo ha echado – ambos nos dirigimos al banco, donde se encontraban las toallas, botellas y el spray.

-Auch – se quejó Nathan cuando le eché el líquido – eso escuece bastante.

-Sí, un poco. Pero al menos no se te inflamarán muchos los brazos.