Los Emperadores Oscuros

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Narra ____

Era él. ¿No estaba soñando, verdad? ¿Cómo era posible? Ese no podía ser Nathan. No podía ser mi Nathan. Al descubrir su rostro cuando se quitó la capucha mi cuerpo no reaccionó ni con el tiro que nos lanzó Nathan. Quise moverme, pero no pude. Estaba en shock asimilando lo que estaban viendo mis ojos. María y Shawn me ayudaron a levantarme.

-____, ¿estás bien? –Preguntó el chico preocupado–, te has lastimado, –señaló un raspón en mi antebrazo por la caída.

-No es nada, –respondí y me puse de pie. Me acerqué a Mark.

-Pero Nathan... –Dijo Mark sin entender tampoco nada.

-Enfrentaros a nosotros, –habló serio y noté un resplandor morado salir debajo de la capa.

-¡Esa luz es la piedra Alius! –Exclamó Nelly.

-¿Cómo has dicho? –Dijo Mark sorprendido.

-Pero si tendría que haber quedado destruida junto con las instalaciones de Schiller, –especuló el entrenador Hillman y el hombre rió.

-Os estoy muy agradecido por eso. Gracias a vosotros y a vuestra ayuda he podido librarme de una vez de Astram Schiller y su ridículo proyecto Génesis con el que jamás iba a llegar a ninguna parte, –explicó.

-Entonces la explosión fue, –empezó a decir Jude.

-Sí, efectivamente, fui yo quien la provocó, –declaró–, ¡fue necesario para que la piedra Alius fuese solo mía! Es obvio que el señor Schiller jamás comprendió el auténtico valor de la piedra Alius a pesar de que era evidente, –empezó a caminar hacia nosotros–. Así que tuve que llegar yo para usarla como es debido y crear unos supersoldados supremos.

-¿Se refiere a Nathan y al resto? –Preguntó Mark.

-Por supuesto, ¡estos son los Emperadores Oscuros! –Anunció.

-Maldito, ¿pero qué has hecho? –Habló el entrenador.

-Sin embargo, los fragmentos de la piedra Alius que tienen mis supersoldados no son iguales que los de Génesis.

-¿Que no son iguales? ¿Qué quieres decir con eso? –Exigió saber Jude.

-____, –me miró–, ¿cómo te encuentras? Por lo que veo pudiste llegar bien al Raimon aquel día, –empezó a hablar.

-¿Aquel día? –Repetí confusa.

-¿¡Fuiste tú!? –Intervino María dando un paso al frente, –¡tú fuiste el responsable del secuestro de mi hermana aquella tarde!

-Vaya, vaya, eres muy inteligente. Sí, –confirmó–, fue un plan mío. ¿Qué pasa ____? ¿Por qué no dices nada? ¿Aún sigues impresionada de ver a tus amiguitos aquí? Esa no es una buena bienvenida, ¿no crees?

-¿¡Por qué!? ¿Por qué os la llevasteis? –Exigió Shawn.

-Veréis, al principio quería reclutarla para los Emperadores Oscuros.

-¿Reclutarme? –En ese momento comprendí por qué no dejaba de fijarse en mí en la Academia Alius y la razón de lo que me dijo antes de salir.

-Sí, pude observar tus ganas de conseguir más poder y pensé que serías un buen reclutamiento. Pero fue tarde cuando te llevamos a la base de la Academia Alius. No obstante pude descubrir algo. La piedra Alius se alimentaba de tu energía.

-¿Alimentar? ¿A qué te refieres con eso? –Dijo Mark.

-Yo todavía sigo sin entender la vinculación de ____ con la piedra Alius, pero hizo que una vez que consumiera toda su energía obtuviera un mayor poder.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora