Corramos juntos | Nathan y tú

Knights of Queen

Narra ____

Terminamos de desayunar y fuimos directos a coger el ferry que nos llevaría a la isla donde se encontraba el Estadio Hidra donde jugaríamos nuestro primer partido del torneo.

-Voy a dar la alineación del partido de hoy, –anunció el entrenador y me puse un poco tensa–. Delanteros: Austin y Axel; centrocampistas: Jude, Nathan, ____ y Thor; defensas: Jack, Hurley, Archer y Tod; y el portero será Mark. Eso es todo.

-¡Buf! Otra vez al banquillo, –se quejó Caleb.

-Ser reserva no significa estar descansando, –puntualizó el entrenador Travis.

-Hoy vas a tener que jugar por mí en el campo, –dijo girándose hacia mí.

-Sí, lo haré, –esbocé una leve sonrisa. Sabía que jugar allí era algo que había esperado mucho.

-No tengo ninguna prisa, estoy acostumbrado a esperar, –habló animado.

Ya estábamos colocándonos en fila para salir al campo cuando aparecieron los jugadores de Inglaterra.

-Qué alegría y honor volver a verte ____, –saludó Edgar.

-Igualmente, Edgar. Espero que tengamos un buen partido, –sonreí.

-Por supuesto que sí.

Salimos al campo y noté que gran parte de la afición que se encontraba en las gradas apoyaba a los Knights of Queen. Tenían banderas y pancartas con el escudo y nombre de su selección. Sin embargo, eso no me abrumó porque me imaginé que todos sus gritos de ánimo eran para nosotros.

-Bien chicos, relajaos, –habló Mark–. Salgamos a jugar como hacemos siempre, ha llegado la hora de mostrarle al mundo entero de lo que somos capaces.

Nos colocamos en nuestras posiciones y esperamos a que los capitanes decidieran el saque y el campo. Al final, nosotros realizaríamos el saque de centro.

El partido comenzó y nosotros salimos al ataque, pero en el pase de Austin hacia Axel un jugador de Inglaterra se interpuso y se hizo con el balón. Todas las acciones ofensivas que realizábamos eran interceptadas por Inglaterra y ellos conseguían llegar a la portería sin problema.

-¿Así que este es el fútbol japonés? Bueno, no está mal del todo lo que estáis haciendo, –comentó Edgar cuando chutó a puerta.

Austin tenía una buena oportunidad para tirar, pero uno de los defensas usó su Jaula de piedra para detenerlo y quitarle el balón que volvió a llegarle a Edgar.

-¡Ahora probarás la espada del caballero elegido! –Exclamó antes de usar su supertécnica–, ¡Excalibur!

-No te lo vamos a dejar tan fácil, –dije antes de interponerme entre el balón y Mark–, ¡Aurora boreal! –Aguanté lo más que pude para poder quitarle la mayor potencia posible para que Mark lo detuviera.

-¡Increíble! –Dijo asombrado el comentarista–, ¡han conseguido parar a Excalibur!

-¡Genial, Mark! ¡Lo lograste! –Lo felicité.

-Ha sido gracias a ti ____, muchas gracias.

Ahora nos tocaba a nosotros contraatacar. Mark dio un pase largo hacia Nathan cuando vi que Edgar hacía un gesto que hizo que sus compañeros cambiaran la formación en ese momento. Nathan superó a uno de los jugadores con su Danza del viento, pero perdió el balón tras cruzarse con el tercer defensa.

Recogí el balón que había quedado suelto y empecé a esquivar a los jugadores que me encontraba en mi camino, pero llegaba a un punto en el que no tenía tiempo para reaccionar y me quitaban el balón.