Especial de Navidad

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Nota de la autora: recordaros que este especial no sigue la historia original del fanfic. Espero que los disfrutéis y desearos felices fiestas.

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Narra ____

Por fin habíamos terminado todos los exámenes del semestre y eso también significaba que comenzaban las vacaciones de Navidad. Estaba muy ilusionada con estas fechas, ya que era mi época favorita del año. La felicidad y la magia que desprendía el ambiente navideño con las luces, la decoración, los árboles, todo el mundo viajando para ver a sus familias y la ilusión de los más pequeños. Además, este año algunos de los chicos íbamos a ir de viaje a Kioto durante tres días y tenía muchas ganas de ir.

-¿Qué tal te ha salido el último examen? –Preguntó mi hermana al salir del salón.

-Creo que bastante bien, ¿y a ti?

-No creo que tan bien como a ti, pero está aprobado.

-Perfecto, –sonreí.

-Hola chicas, –dijo una voz a nuestras espaldas. Me giré y era Nathan–, ¿qué tal el último examen?

-Mi hermana seguro que saca un sobresaliente y yo lo tengo aprobado, –dijo María orgullosa.

-Me alegra oír eso. Esa es mi chica, –dijo tras darme un beso corto.

-¡Se acabaron los exámenes! –Exclamó Mark abriendo fuerte la puerta del salón.

-¡Evans! –Le llamó la atención el profesor de matemáticas.

-Perdón, profesor, –se disculpó cerrando con cuidado la puerta.

-¿Qué tal te ha ido Mark? –Pregunté.

-Ha habido algún momento en el que creía que tantos números era imposible, pero gracias a las sesiones de estudio en tu casa he conseguido hacerlo. Muchas gracias ____.

-Siempre podrás contar con mis clases extra Mark, –reí.

Bajamos las escaleras y nos encontramos al resto de los chicos. Todos estábamos contentos por haber terminado la época de exámenes. Empezamos a hablar sobre qué íbamos a hacer en las fiestas. Algunos iban a visitar a sus familias que no vivían en Inazuma. Mientras que Nathan, Jude, Celia, Axel, Kevin, Mark, mi hermana y yo nos quedábamos en la ciudad. Por esa razón, decidimos hacer el viaje a Kioto.

Antes de salir del Raimon nos pusimos los abrigos. Iba a salir cuando Nathan me detuvo y me colocó mejor la bufanda que llevaba puesta. Mientras la ajustaba no podía dejar de verlo con amor. Siempre estaba pendiente de mí y procuraba que no me enfermara.

-Ya estás lista, vamos, –me cogió de la mano y salimos.

-Daros prisa tortolitos que hace frío y quiero volver a mi casa, –refunfuñó Kevin.

-Nadie te ha dicho que nos esperes, –le saqué la lengua.

-¿Estás segura que tienes que venir al viaje?

-¡Oye! En verdad sabes que si voy te lo vas a pasar mejor, solo yo te aguanto, –dije confiada.

-En eso mi hermana tiene razón, –añadió María y todos empezamos a reír.

-Sabes que todos te queremos, –dije soltando la mano de Nathan para ir junto a Kevin.

-Eres una renacuaja a la que hay que querer, –dijo Kevin bajándome el gorro.

-Entonces, chicos, ¿tenéis todo preparado? –Preguntó Mark caminando hacia atrás mientras yo volvía con Nathan.

Todos respondimos que sí, ya que salíamos a la mañana siguiente y había dos horas en tren. Concordamos en quedar directamente en la estación de trenes de la ciudad. Caminamos un poco más y cada uno empezó a ir en direcciones diferentes.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora