Corramos juntos | Nathan y tú

Dudas

Para seguir celebrando, fuimos todo el equipo a cenar al restaurante RAI-RAI. Mark y yo éramos los que más emocionados estábamos, ya que estábamos todo el tiempo gritando.

-¡Victoria! – Exclamó Mark.

-¡Victoria! – Respondimos los demás.

-¿Cuántas veces lo vais a repetir? – Dijo Silvia riendo.

-Las veces que sean necesarias – contesté yo - ¡hemos ganado la final!

-¡Hemos ganado la final! – Dijeron otra vez al unísono.

-Entrenador, ¡póngame otra de arroz frito por favor! – Pedí.

-¡Y otra de fideos! - Añadió Steve.

-Claro, comed lo que queráis – respondió.

-No sé cómo metes tanta comida, enserio – me dijo Nathan al notar que había mi tercer plato de arroz.

-Si quieres que sigamos ganando necesito comer lo suficiente – sonreí.

-No sabía que la Royal podía participar a pesar de haber perdido – comentó Nathan.

-Poder jugar contra ellos una vez más, eso me anima mucho más – contestó Mark.

-Supongo que lo dices porque piensas ganar todos los partidos hasta llegar a la final, ¿no? – Explicó Nelly – lo digo porque el ganador del año pasado y el de este año de cada zona se sitúan en grupos opuestos. Así que solo podremos enfrentarnos a ellos en la final.

-Pues entonces volveremos a jugar la final contra ellos – añadí.

-¡Seremos los campeones nacionales! – Gritó Mark.

-¡Seremos los campeones nacionales! – Respondimos todos.

-¡Hasta mañana entrenador! – Dije al salir del restaurante junto con Nathan, Mark se quedó para ayudar a terminar de recoger. – Todavía no me creo que hayamos ganado.

-Sí, tienes razón y pensar que hasta hace poco buscabais miembros para que no cerraran el club – dijo Nathan.

-Es verdad, me parece que hubieran pasado años desde eso. Quiero seguir pasando tiempo con todos vosotros – dije sonriendo y adelantándome un poco.

-Me alegro de haber entrado. He descubierto muchas cosas nuevas gracias a los demás y a ti – se sonrojó un poco tras decir lo último.

-Entonces – me giré hacia él y me paré enfrente de él – sigamos corriendo juntos hasta llegar a la final – sonreí esperando su respuesta.

-Por supuesto que sí. Oye, ¿puedo preguntarte algo?

-Ya lo has hecho – dije sacándole la lengua – pero sí.

-De acuerdo. Si te incomoda no hace falta que respondas, ¿vale? – Asentí - ¿a qué promesa os referís Mark y tú cuando habláis de llegar a la final del torneo?

Narra Nathan
Tras hacerle la pregunta que desde hace un tiempo me rondaba en la cabeza cambió su expresión. Iba a hablar, pero ____ me interrumpió antes de poder hacerlo.

-Bueno...

-No te sientas presionada enserio – dije.

-No tranquilo, quería contártelo hace tiempo, pero no me atrevía. Aunque creo que ya estoy lista. Es una larga la historia.

-Tengo todo el tiempo que quieras – respondí y nos sentamos en un banco cercano.

-Verás, yo tenía una hermana – me sorprendí ya que nunca había hablado de ello, hasta que caigo que había dicho "tenía" – se llamaba María y era un año más pequeña que yo. Un día su escuela hizo una excursión para ver un pequeño acuario. Ella no quería ir porque se quería quedar conmigo y con Mark jugando, pero yo le convencí de que se lo pasaría muy bien y que cuando volviese iríamos a comprar unas chuches. Al escuchar eso dejó de insistir y al día siguiente fue a la excursión – hubo un gran silencio, suponía que todo esto era muy duro para ella y para darle mi apoyo puse mi mano sobre la suya.