La trampa de Dvalin

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Narra ____

Al bajar, anduvimos hasta llegar a una puerta que se abrió cuando estuvimos delante. Era enorme, había varias salas con muchas máquinas de entrenamiento diferentes. Willy, por hacerse el valiente, probó la máquina que se parecía a una cinta de correr. Sin embargo, pudimos ver que no era una cinta como las normales. Esta se movía, cambiaba de dirección, lanzaba objetos que había que esquivar y contaba con diferentes niveles.

-Tiene más niveles, pero nosotras no hemos conseguido superar el último – dijo Sue una vez que Willy se cayó de la cinta.

-¡Qué interesante! Creo que quiero quedarme aquí para entrenar – exclamó Mark.

-Solo quedan tres días para el partido contra el Épsilon. Aquí podríamos entrenarnos a un nivel mucho mayor y nos haríamos fuerte – habló Nathan.

-¿Podríamos usar estas máquinas? – pregunté mirando a Sue.

-¿Eh? – dijo la chica sin estar muy convencida.

-¿Es que no nos dejas? – dijo Eric con una voz de pena.

-¡Por supuesto que sí cariñín! – aceptó Sue de inmediato.

-La verdad es que vuestro campo de entrenamiento es realmente fantástico – añadió Eric.

-No, pero si no es nuestro – respondió.

-¡¿Eh?! – dijimos todos sorprendidos.

-Lo encontramos por casualidad y desde entonces lo hemos estado utilizando para entrenarnos.

-¿Quieres decir que ni vosotras sabéis de quién es este lugar?

-Qué listo eres cariñín, no se te escapa ni una. Hasta ahora nadie se nos ha quejado y si alguien viene y protesta, les pediremos perdón.

-Chicos – hablé – estas instalaciones podrían ser las de la Academia Alius. Según las coordenadas que nos dio el señor Raimon estaban aquí, ¿no es cierto entrenadora?

-Puede ser, lo averiguaré.

-Bueno, eso ahora no importa. Tenemos que entrenar estos tres días para el partido contra el Épsilon – dijo Mark entusiasmado.

Estuvimos entrenando todo la mañana con las diferentes máquinas. Era bastante complicado, pero conseguiríamos superarlas antes del partido. A la hora de comer, Sue nos avisó que su madre había preparado el almuerzo. Estaba delicioso. Shawn no había venido aún a comer así que fui a la sala donde se encontraba.

-¡Shawn! Es la hora de comer, la madre de Sue nos ha preparado varios platos – dije apoyada en el resquicio de la puerta. Ni siquiera me miró y siguió chutando a la portería. – Deberías descansar un poco – al fin me miró.

-Guárdame mi parte, no tengo ganas de comer ahora.

-Está bien, como tú digas.

Fui con el resto del equipo y le dije a Silvia que guardara la comida para Shawn. Después de terminar de comer seguimos entrenando toda la tarde. Le pregunté a mi amiga si Shawn había comido y me dijo que solo cogió una manzana. Fui a reclamarle por no comer, pero ni siquiera me echó cuenta ya que estaba demasiado concentrado en su entrenamiento. Cuando estábamos recogiendo las cosas para volver a la caravana, Nathan me pidió que lo acompañase fuera. Aún quedaban bastante cosas por recoger, pero me insistió en que fuera con él en ese momento.

Narra Nathan

No sabía qué le pasaba a ____. Había estado todo el día distante y no tenía idea de la razón. Sin embargo, no me gustaba estar así con ella por lo que decidí prepararle una sorpresa. Esta mañana, mientras seguíamos a la Triple C para que nos enseñaran su secreto, le pregunté a Lilly a qué hora cerraba el parque y cuándo era la última vuelta de la noria.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora