Luz al final del túnel

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Narra María

Al volver del hospital me crucé con la entrenadora en la entrada del Fauxshore.

-Entrenadora – me detuve en frente de ella – ¿podemos hablar?

-¿Qué quieres?

-Quisiera pedirle un favor – dije seria.

-¿Qué es lo que quieres? ¿Que vaya darles ánimos a Mark y a ____? Sería un error. Después de todo, recuerda que fui yo quien os ocultó el secreto de Shawn Froste.

-No, no se trata de eso – me miró sorprendida – quiero que actúe como entrenadora para variar. Si me disculpa – dije siguiendo mi camino. ¿Cómo podía llamarse entrenadora alguien a quien no le importaban sus jugadores?

Al día siguiente volví a ir al hospital a hacerle compañía a mi hermana. Antes de ir, me fijé que el calentamiento de los chicos no iba nada bien. Todos seguían decaídos por la salida de Nathan del equipo. Jude era el único que seguía firme e intentaba sacar al resto adelante.

Cuando llegué al hospital me llevé una gran sorpresa. Shawn había despertado. ____ y yo fuimos a la cafetería para desayunar mientras le hacían unas pruebas rutinarias a Shawn.

-Me alegro que esté bien – dije tras morder mi tostada.

-Sí, aunque creo que no está bien del todo. Anoche, cuando se despertó, estaba muy agitado. Creo que tener ambas personalidades fuera del equilibrio que tenían va a afectar bastante a Shawn.

-Pues estaremos allí cuando lo necesite. No dejaremos que ocurra lo mismo – dije con firmeza.

-Sí.

-Por cierto, ¿esta noche volverás? Dijiste que te quedarías hasta que Shawn se despertara. Necesitas descansar – estaba en lo cierto ya que el aspecto de mi hermana era horrible.

-No lo sé, dependerá de los resultados.

-Está bien. ____... – dije dándole vueltas a mi batido. Creo que era hora de decirle la situación del equipo.

-Dime, ¿pasa algo? – dejó su vaso vacío encima de la mesa.

-Verás... es sobre el equipo. Todos tienen el ánimo por los suelos. Sin embargo, Mark está mal. Entiendo que os haya afectado lo de Nathan, pero sin vosotros dos no sé cuánto tiempo podrá sostenerse el equipo. Desde ese día, Mark no ha comido casi nada. Creo que si vas a hablar con él podrías animarlo...

-Creo que no soy la persona ideal, ¿cómo quieres que anime a Mark a entrenar si yo soy la primera que no tiene ganas? Lo siento – se levantó de la silla – será mejor que vuelvas con el equipo. Te avisaré sobre el estado de Shawn – salió de la cafetería cabizbaja.

-Maldición – le di un puñetazo a la mesa – creía que estaba consiguiendo subirle el ánimo.

No le hice caso y me dirigí hacia la habitación de Shawn. ____ no estaba allí. Saludé a Shawn y le pregunté cómo se encontraba. Me quedé un rato esperando a mi hermana, pero no apareció. Llegó la hora de almorzar y le dejé una nota a mi hermana antes de volver al Fauxshore.

Narra ____

Fui a dar una vuelta por el hospital. Habitaciones y pasillos de color blanco. Médicos y enfermeros yendo de un lugar a otro con prisas. El ruido de las máquinas. El típico ambiente de un hospital.

Subí a la tercera planta y me detuve en frente de una pared de cristal. Ahí estaba sentado Tim con una mujer a su lado, quien sería seguramente su madre, leyendo un libro. Me fijé en las vías que tenía conectadas en el brazo. Dirigí mi mirada a la puerta marrón de la sala con un letrero que ponía «Quimioterapia infantil».

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora