Desaparecida

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Narra ____

El partido contra Caos sería dentro de cuatro días. La entrenadora nos ordenó que repusiéramos fuerzas para los entrenamientos que prepararía. Al día siguiente estuvimos entrenando todo el tiempo y pusimos en práctica las diferentes formaciones de ataque. Era la primera vez que el equipo tenía una alineación tan ofensiva. Una vez que terminamos el entrenamiento decidí ir a casa de Madie para ver cómo estaba y pasar un rato con ella.

Cuando salí fui a comprar unos recados que me había pedido mi madre a la tienda que estaba cerca de casa. Recibí un mensaje de mi hermana recordándome coger sus mochis, le dije que ya los tenía y que llegaría en cinco minutos. Solo me faltaba girar la esquina para llegar cuando dos hombres con gabardina negra me interpusieron el paso.

-Perdón, –dije apartándome, pero uno de ellos me agarró la muñeca–. Suéltame –desafié.

-Lo sentimos, pero tenemos que llevarte con nosotros, –dijo uno de ellos. No sabía por qué, pero me sonaban sus caras.

-Ni lo soñéis, –apretó el agarre y me acordé de qué los conocía. Eran los mismos que habían estado presionando a Axel para que se uniera a la Academia Alius–. ¿No os había arrestado el detective Smith?

-Nosotros no trabajamos para el mismo líder, –respondió–, pero eso no es de tu incumbencia.

-Dejad de hablar, tenemos que darnos prisa, –ordenó el otro.

-No voy a irme con vosotros, soltadme, –intenté zafarme, pero uno de ellos me puso un pañuelo en la boca y la nariz. De repente empecé a sentirme muy débil y noté cómo las piernas me flaqueaban. Sin darme cuenta perdí la consciencia y no pude entender lo que decían entre ellos.

Narra María

Ya habían pasado diez minutos y era raro que ____ no hubiera llegado. Decidí salir en su encuentro, pero tuve que apartarme rápido al salir de casa porque un coche negro pasó a gran velocidad.

Giré la esquina para ir a la tienda, pero me detuve al ver un par de bolsas en el suelo. ¿Se le habrían caído a alguien? En ese momento sentí cómo mi mundo se detuvo al fijarme en un lugar concreto. Cerca de las bolsas se encontraba la pulsera de mi hermana. A pesar de lo sucedido, ____ no se había desprendido del regalo de Nathan en ningún momento. Era imposible que se le cayera sin darse cuenta.

Rápidamente revisé el contenido de las bolsas y era todo lo que mamá le había pedido comprar a ____, desde las verduras para la cena hasta mis mochis favoritos. ¿Dónde estaba mi hermana? Estaba nerviosa y no sabía qué hacer. No podía entrar y alarmar a nuestros padres sin saber nada. Así que decidí llamar a Byron.

-Byron, –dije nerviosa.

-¿María? ¿Estás bien? –Preguntó preocupado al notar mi voz temblorosa.

-Es ____, no sé dónde está, –entré en pánico.

-¿Cómo que no sabes dónde está? María, respira y cuéntame qué ha pasado.

-No sé qué hacer Byron, estoy muy preocupada, –empecé a dar vueltas por la calle.

-Vale. Dime dónde estás y voy con Axel hacia allí.

-Estoy en la calle que está al lado de mi casa.

-Vale, ya vamos hacia allí. No te muevas.

-Está bien, –colgué. Fueron los cinco minutos más largos de mi vida cuando vi aparecer a los dos chicos al final de la calle.

-¡María! ¿Qué ha pasado? ¿Tú estás bien? –Exclamó preocupado mi amigo.

-Espera Byron, deja que se tranquilice primero, –aconsejó Axel.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora