Sorpresas

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Al día siguiente varios de nosotros fuimos al campo Centella para entrenar antes. Todo iba bien hasta que llegó Celia para comunicarnos el resultado de la Royal Academy.

-10 a 0 – anunció la chica.

-¡Eso es ganar a lo grande! – Dijo asombrado Mark.

-Pues no... ha ganado... el Zeus – respondió Celia.

-¿Cómo dices? – Dije desconcertada, ¿cómo era posible eso?

-¿Será una broma verdad? – Añadió Mark, pero ella negó.

-Les marcaron unas técnicas que nadie había visto, los jugadores de la Royal no pudieron hacer nada.

-¡Eso no es posible! Nosotros conocemos la fuerza de la Royal Academy y digo que no puede ser, son un equipo muy bueno – continuó Mark sin creérselo todavía. - ¡Pero si hasta tienen a Jude en el equipo!

-No, mi hermano no jugó. Recordad que sufrió una lesión cuando jugaron con nosotros. Decidieron que al ser una escuela desconocida jugase los partidos importantes, cuando quiso salir ninguno de sus compañeros podía mantenerse en pie.

-No puede ser... - murmuré. La gran Royal había caído.

-¡No me lo creo! ¡Es imposible! – Exclamó Mark y se fue corriendo, habría ido tras él, pero sabía que en estos momentos era mejor dejarlo solo.

Salimos del campo Centella y al tener un rato libre cada uno se fue por su lado, yo fui con Kevin y nos quedamos en la sede hablando. Era difícil de creer que la Royal hubiera caído de esa forma.

-Bueno, ¿qué tal vais? – Me preguntó con una mirada pícara y dándome un codazo.

-¿De quién hablas?

-¿¡De quién voy a hablar sino!? ¡De Nathan estúpida! – Dijo riendo.

-Eso no es algo que te incumba – respondí y le saqué la lengua.

-Aunque tengas novio sigues siendo una niña – dijo revolviéndome el pelo.

-¡Kevin, déjame en paz! ¡Eres un pesado! – Exclamaba, pero él me ignoraba y volvió a hacer lo mismo.

-Ey, pero, ¿qué está pasando aquí? – Dijo Nathan apareciendo por la puerta con una sonrisa al vernos.

-Kevin no deja de molestarme – dije inflando mis mofletes y cruzándome de brazos, él alzó una ceja y miró al nombrado.

-Vale, está bien, la dejo por ahora. Voy a buscar a Steve, os dejo pareja – dijo riéndose antes de irse y yo le eché una mirada asesina.

-Déjale, sabes que lo hace para molestarte – dijo Nathan acercándose a mí y abrazándome por detrás.

-¿Na-Nathan? – Me ponía muy nerviosa tenerle tan cerca, aunque me encantaba estar así con él.

-¿Qué ocurre? ¿Te pongo nerviosa? – Susurró cerca de mi oído. Dios, este chico hacía que perdiese la cabeza – tomaré tu silencio como un sí – me giré para quedarme frente a él.

-¿Te he dicho que me encantan tus ojos marrones? – Dije mirándolos.

-No, pero es bueno saberlo – sonrió y me besó. Permanecimos así un rato y luego le conté sobre lo que nos dijo Celia.

Luego comenzaron a llegar los demás, me acerqué a Mark y le pregunté que a dónde había ido. Él me contó que fue a ver a Jude, fueron a su casa y estuvieron hablando sobre el tema. Después, Mark puso en la pizarra el nombre del siguiente rival al que nos enfrentaríamos.

-Nuestro partido para la segunda ronda es, ¡el Farm! – Anunció nuestro capitán.

-El Farm está rodeado de montañas y sus jugadores entrenan en medio de la naturaleza – explicó Celia.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora