Corramos juntos | Nathan y tú

Renovando fuerzas

Narra María

Estuvimos hasta altas horas de la noche buscando a mi hermana por todos los rincones de la ciudad donde podría estar. Estaba muy preocupada por ella. Mark y Byron decidieron acompañarme a mi casa para no dejarme sola.

Decidí mentirle a mis padres cuando me preguntaron por ____. Les dije que esta noche se iba a quedar en casa de Silvia. Si no aparecía mañana ya les contaría la verdad. Tenía esperanzas en que solo fuera un susto, pero imaginar que la Academia Alius había secuestrado a mi hermana hacía que se me erizara la piel.

Todo el equipo decidimos reunirnos en el Raimon a primera hora para ver qué podíamos hacer para encontrar a ____. No dormí nada en toda la noche pensando en dónde se encontraba mi hermana.

Faltaban dos días para el partido contra Caos y si hoy no aparecía ____ tendríamos que entrenar y dejar la búsqueda hasta el final del partido. Bajé a desayunar e intenté fingir que todo iba bien durante el desayuno. Byron me vino a buscar a mi casa para ir al Raimon.

-¿Cómo estás? ¿Has descansado? –Preguntó cuando empezamos a caminar hacia el Raimon.

-Qué va, –dije bostezando.

-Estoy seguro que ____ está bien, –añadió para tranquilizarme.

Llegamos a la puerta del Raimon y algunos de los chicos ya se encontraban allí. Me preguntaron si había tenido noticias de mi hermana durante la noche y negué. Una vez que llegaron todos empezamos a discutir qué haríamos ese día para buscar a ____.

Mientras hablábamos todos se quedaron en silencio y con la mirada detrás de mí. Me giré y no me creía lo que mis ojos veían. Era ____. Mi cuerpo se movió solo y me lancé sobre ella para abrazarla. Era ella, podía tocarla y oler su característico perfume. No era un sueño.

Cuando me separé de ella vi que estaba un poco desorientada. Todos se reunieron alrededor de nosotras preguntándole qué había pasado y dónde estaba.

-No... No lo sé, tengo todos mis recuerdos borrosos, –respondió.

-____.

-Entrenadora.

-Veo que estás cansada, pero tengo que preguntarte algo.

-Dígame.

-¿Crees que la Academia Alius ha tenido algo que ver con lo que ha pasado?

-¿La Academia Alius? –Repitió pensativa–, puede ser, pero no estoy segura por completo.

-Ya veo. Será mejor que te tomes el día para descansar y volver mañana a los entrenamientos.

-Sí, entrenadora.

-El resto podéis empezar el entrenamiento mientras le comunico todo esto al señor Raimon, –la entrenadora se marchó junto con el señor Veteran.

-Siento haberos preocupado chicos, –se disculpó ____.

-No tienes que hacerlo. No ha sido tu culpa, –habló Byron–. Nos alegramos que estés bien y eso es lo importante.

-Creo que voy a hacer lo que dice la entrenadora. Estoy bastante cansada.

-Chicas, voy a quedarme con ____ todo el día. Os dejo el entrenamiento a vosotras.

-Tranquila, cuenta con ello, –dijo Celia.

-Os acompañamos a casa, –se ofrecieron Mark y Jude y accedimos.

Durante el camino, mi hermana nos contó cómo la había encontrado el taxista quela había traído. Parece ser que la encontró en medio de la montaña. ¿Cómo habría llegado hasta allí y no acordarse de nada?