El partido definitivo

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Narra ____

¡Genial! No solo habíamos conseguido empatar el partido sino que Shawn había vuelto. Estaba muy contenta por él, ahora podía disfrutar del fútbol por completo como lo hacía antes.

Génesis sacó de centro y atravesó nuestra defensa como una exhalación para volver a tirar a puerta. Sin embargo, Darren consiguió evolucionar sus Manos infinitas con las que detuvo el lanzamiento de Xavier.

-La ultra supertécnica sigue creciendo y mientras no me rinda haré cuanto sea necesario, –dijo seguro de sí mismo con el balón en las manos.

-¡Eso ha sido estupendo Darren! –Lo felicité desde mi posición.

-Buen trabajo detective Smith, –habló Astram. Es verdad, el entrenador Hillman nos había dicho que mientras jugábamos, el detective desactivaría la piedra Alius para que dejara de transmitirles energía a los jugadores de Génesis–, pero debo informarles que todo su trabajo ha sido completamente en vano. Tal como habían deducido, es cierto que la energía que emitía la piedra Alius transformaba a los seres humanos y una vez que se cortase esta energía entonces volverían a su estado previo. También es cierto que tanto Géminis como Épsilon fueron forjados a partir de sus talentos como personas y mejorados con la piedra Alius. Sin embargo, en el caso de Génesis, es distinto, la fuerza que poseen es la de auténticos seres humanos. No tienen punto débil alguno, son especímenes perfectos.

-¡Todo es culpa tuya! ¡Deja de dañar con tus trucos sucios el fútbol que tanto nos gusta! –Señaló Mark.

-Vosotros jamás podréis entender los planes de mi padre, –Xavier tiró de nuevo con su Cañón de meteoritos. Pero Hurley y los chicos pudieron detenerlo. El balón me llegó y, de un cabezazo, se la pasé a Shawn. Sin embargo, su portero usó una nueva técnica que detuvo el Aullido de lobo.

La pelota volvió a los pies de Xavier y junto a dos compañeros suyos tiraron a puerta con una supertécnica más fuerte llamada Supernova. A pesar de la evolución de Darren, el balón entró en nuestra portería.

-Ya lo has visto, –se dirigió hacia Mark–, nosotros, Génesis, somos los más fuertes.

Maldición, habían vuelto a adelantarse en el marcador. La fuerza de Génesis era increíble, pero nosotros tampoco nos quedábamos atrás. Habíamos entrenado mucho para llegar aquí, todos nuestros esfuerzos tenían que dar resultados. Su fútbol estaba mal, solo lo corrompían con sus trucos.

-¡Deja de ensuciar el fútbol que tanto queremos! –Grité furiosa.

-¿Qué quieres decir ____?

-¡La fuerza se consigue con esfuerzo, no con trucos! –Respondí.

-¿Acaso lo has olvidado? Vosotros mismos mejorasteis jugando contra Géminis y Épsilon, equipos que habían desarrollado sus fuerzas con la piedra Alius. De modo que vosotros también aprovechasteis la piedra Alius al igual que Génesis. Es más, el Raimon también se ha reforzado cambiando prácticamente a todos sus jugadores, igual que un mecanismo puede mejorarse sustituyendo piezas defectuosas. Habéis abandonado a los más débiles, cambiándolos por otros más fuertes, ¿me equivoco?

¿Piezas defectuosas? No, de ninguna manera. Ninguno de mis compañeros son piezas reemplazables. Tod, Max, Sam, Steve, Jim, Timmy, Kevin y Nathan... Ninguno de ellos eran débiles. ¿Cómo se atrevía a hablar de ellos como si nada?

-¡No eran débiles! ¡No te rías de nosotros! –Exclamó Mark.

-¡Sí, por supuesto que lo eran! Por eso se lesionaron, por eso dejaron el equipo, porque les faltaba talento.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora