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CAPÍTULO LVII
Pensar demasiado a veces es bueno


Tenía el brazo levantado con un vaso de vidrio de tamaño mediano en su mano derecha.

Los cubitos de hielo chocaron entre sí dentro del vaso con líquido cuando aquel chico juntó su vaso al cantar: ¡Salud!

Bueno, era lo único que se podía pedir, tal vez porque era lo más importante.

—Lindo, lindo lugar —Renjun estudiaba con Yeonjun, era uno de sus amigos.

Choi Yeonjun finalmente tuvo su departamento, tenía tres meses de renta cancelados así que no debía preocuparse demasiado; aunque su meta era comprar el departamento definitivamente, para eso, era necesario un nuevo trabajo.

Pero las clases le chocaban demasiado, aunque si lo pensaba dos veces... Iba a irse a estudiar a Busan ¿No? ¿Entonces, para qué compraría un departamento en Seúl?

Tal vez tenía sus razones.

El espacio era pequeño, pero acogedor y dinámico; estaba decorado de manera vanguardista, moderno, incluso constaba de aire acondicionado, aunque ahora no tuviera demasiados muebles, suponía que era suficiente.

—¡Felicidades, Choi Yeonjun! —esa vecina de los Choi también estaba ahí, celebrando.

Él sólo sonreía como sabía hacerlo, siendo amable y dulce con todos los presentes.

Había hecho una pequeña reunión, no podía traer alboroto al departamento.

Yeeun le había dicho que reuniones y asistir a fiestas para despejar la mente le ayudarían mucho a superar su problema amoroso.

Ella al parecer tenía muchos conocidos y esa semana lo había invitado con ella a bastantes fiestas.

Bastante lejos de ahí, se podría decir, y él no tenía coche, pero capaz encontraba una forma de llegar.

Todo para sentirse mejor.

Cosa que, al final del día, no pasaba.

Finalmente estaba viviendo en su departamento, trabajaba, en cuatro meses iba a graduarse...

Pero se sentía incompleto.

Le faltaba algo, algo... Alguien.

—¿Entonces, vas a ir hoy? —Soobin se inclinó hasta el oído de Yeonjun, indagando aquello.

—No lo sé.

Hace dos días había recibido una llamada, la madre de Beomgyu quería hablar con él y a ser verídicos; Choi Yeonjun lo menos que quería era un regaño o reproches por no sabe qué.

Pero lo alarmaba el hecho de que le dijera que era importante, y lo que lo dejó más ávido es que cuando preguntó por Beomgyu tras dudar un poco, ella simplemente lo evadió.

—¿Debería ir? —inquirió de regreso al más alto, Soobin, quién se encogió de hombros.

—No sé, Junnie, de verdad eso que tienen tú y Beomgyu es demasiado complicado.

Se sentía como en un laberinto sin salida, pero de un laberinto del cual no quería salir.

Porque no sentía que le hacía mal.

Se levantó de inmediato dejando su vaso con alguna clase de bebida que mezclaron sus amigos para consumir de lado y se fue un momento a su nueva habitación, echándose de cara en la cama.

Debía pensarlo.

Sabía que las probabilidades de que fuera eran más altas que las probabilidades de que se quedara.

His Little Anxiety™ © Yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora