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CAPÍTULO XI
No somos amigos




—Otra vez me dejó en visto —musitó en queja para sí mismo— ¿Será que dije algo malo?

—Yeonjunnie —se escuchó la voz de su madre llamándole.

—¿Sí? —alzó su vista a la puerta blanca que estaba siendo empujada por su mayor.

—Juno vino a verte —avisó con una gran sonrisa en los labios.

—¿Juno? ¿Qué día es hoy?

—Miércoles —le informó incrédula de que su hijo no supiera siquiera el día en el que vivía.

—Ah. ¿Puedes hacerla pasar? estoy haciendo algo en la computadora —presentó un tierno puchero.

—Okay —esta mujer le guiñó un ojo y juntó la puerta.

Estaba revisando por décima vez el perfil de Choi Beomgyu. Ninguna foto, eso le estresaba un poco.

Ni siquiera una etiqueta.

—Yeonjun Oppa —sonrió Juno mirándole sentado en su escritorio— ¿Cómo estás?

—Bien, muy bien, Juno —sonrió ampliamente ante la presencia de la hermosa chica.

—¿Qué estás haciendo? —se acercó a su contrario, mirando desde su hombro.

—Am, creo que stalkeando —rio divertido.

—¿Puedo saber a quién? —¿Sonaba entrometida? ¿Sí? Pues, no importa.

—Es un chico del colegio, pero no tiene ninguna foto —frunció el ceño con disgusto.

—Intenta buscando en la descripción de alguna foto, en el buscador, quizá alguien haya publicado alguna foto con él y sólo lo mencionó por encima —aconsejó.

—Sí, lo haré más tarde —cerró la ventana abierta y se giró a la chica cruzándose de brazos para hacerse el serio—. Ahora resolvamos tu problema —espetó en un tono juguetón.

Sonrió divertida— ¿Qué problema, Oppa?

—Binnie —aludió a su alto amigo—. Haré que se fije en ti.

Ésta abrió sus ojos de par en par y sacudió sus manos al frente, negando— N-no, no, pero-

—Sin peros —le interrumpió lo que farfullaba—, lo que aprendí desde que conozco a Bin es que adora que lo presionen, no lo demuestra, pero sí le gusta, es un masoquista —miró al techo de su habitación frunciendo el ceño— es... raro, pensándolo bien, no sé cómo puede gustarte —bajó su mirada al rostro de Juno.

Juno adoptó un color carmín en sus pomulos y le miró escuetamente tímida.

𖧵×𖧵

Por otro lado, Beomgyu decidió levantarse y fingir que había tomado una corta siesta a ojos de su madre, ésta le indicó que iban tarde a su cita y rápidamente se dio una corta ducha y se colocó un sweater negro holgado, unos pantalones deportivos grises y zapatos blancos, se peinó un poco hacia delante y preparó su mochila con lo usual.

Abrigo...Listo.
Agua...Listo.
Audífonos...Listo
Medicinas...Listo.

Esta vez debía agregar su tarea a la lista.

Y se veía nuevamente a un Choi Beomgyu perdiéndose entre las calles, las luces nocturnas, la hermosa vista a través del cristal del auto, ansioso.
Cuando tocó su turno sus manos estaban sudando frío.

—¿Qué es lo que traes allí, Beomgyu? —preguntó Kim Wooseok luego de una larga charla.

—E-es... es lo que me dijo que hiciera —avisó refiriéndose a su tarea—. Lo hice con alguien más que no fueran mis padres, lo juro.

His Little Anxiety™ © Yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora