CAPÍTULO XVII
El mejor profesor de químicaEra Jueves en la tarde cuando Yeonjun volvió a ingresar en aquel aula de baja temperatura con un chico pelinegro en el fondo quien portaba auriculares como siempre.
Su cabeza estaba apoyada en la pared y sus ojos cerrados, reflejaba tranquilidad, serenidad, pero a la vez, se veía cansado, como si en cualquier momento dejaría de mantenerse sentado y dejaría caer la otra mitad de su cuerpo en el suelo, permitiendo que la gravedad hiciera su trabajo.
—Beomgyunnie —le mencionó Choi Yeonjun sin conseguir la atención de parte del menor.
Yeonjun caminó hacia donde estaba Choi Beomgyu y con cada paso que daba notaba que el rostro de su menor estaba más apagado de lo normal, más triste, más estresado, la ansiedad se acumulaba en su ceño el cual se encontraba en estado fruncido, unas oscuras bolsas debajo de sus ojos, unos párpados que a pesar de estar cerrados denotaban pesadez.
Entonces el mayor le tocó una rodilla mediante su dedito índice y llamó finalmente la atención del pelinegro consiguiendo que este abriese los ojos.
—¿Qué te pasó, Gyu? ¿No dormiste bien? —preguntó Yeonjun preocupado, notando de inmediato las enormes ojeras que tenía plasmadas debajo de sus oscuros ojos.
Beomgyu se deshizo de uno de sus auriculares y prestó atención dándole una mueca de enigma para que volviese a repetir lo que había dicho con anterioridad debido a que no le alcanzó a escuchar con claridad.
—¿No dormiste bien? Te veo muy mal, Gyu —reincorporó sentándose enfrente del menor de piernas cruzadas, con una mirada de preocupación.
—Bueno, Yeonjun hyung...
Yeonjun sintió la punzada en el estómago otra vez.
—No dormí bien, pero no es exactamente la razón por la que tengo aspecto de "sueñitos" —alzó los dedos e hizo comillas recordando aquel día en el que le llamó así.
—¿Entonces, qué es? —formuló su incógnita ladeando un poco la cabeza, aún portando su expresión de inquietud.
—Aumentaron mi dosis de medicación —acotó casi inaudible y posó su vista en sus pies nublando la misma a propósito.
—¡¿Qué?! ¿Acaso ese doctor tuyo quiere matarte, o qué? —frunció el ceño transmitiendo disgusto— ¿No te habían aumentado la medicación ya?
—Sí pero... De todos modos yo me lo busqué, no te preocupes, luego me acostumbro al cambio, siempre es así —comentó despreocupado tratando de que su mayor se calmase ya que lo veía algo inquieto ante lo que le contaba.
—¿Por qué dices eso? ¿Cómo que te lo buscaste?
—¿Te gusta hacer muchas preguntas, eh? —sonrió tratando de evadir el tema, obviamente, no respondería a esa pregunta en específico ya que resaltaba el hecho de admitir sobre sus acciones de auto-daño y estaba un cien por ciento seguro que era un ámbito de su vida que no quería comentar.
—Oh, es mi especialidad —compartió la sonrisa de su menor siendo la suya más cálida que la del contrario.
—Ya veo, no paras de preguntar nunca, eres... Um... Curioso —espetó entrecerrando los ojos lenitivamente.
—Si no quieres que siga preguntando sólo dímelo, dejaré de hacerlo.
—No, no. Está bien, no dejes de ser tú porque a mí me incomode, y... no es que me incomode, sólo lo digo y ya.
—¿Te digo algo, Gyu? —sonrió ampliamente—. Seguiré siendo yo, sólo que me adaptaré a ti porque es lo que quiero.
—¿Uh? ¿Có-
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His Little Anxiety™ © Yeongyu.
Fanfiction𝗛𝗟𝗔 | La ansiedad es semejante a cuando una persona que se ahoga se aferra a ti, quieres salvarlo, pero lo único que logras es hundirte con él. "¿Y si en lugar de querernos mucho, nos queremos bien?". 𝒊. Yeongyu. Cincuenta y nueve capítulos...