His Little Anxiety™ © Yeongyu.

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CAPÍTULO XIII
No es uno, son cuatro

—¿Medicación?

—Tengo ansiedad. Estoy enfermo, Choi Yeonjun —esas palabras le costaron, pronunciarlas fue pesado, pero lo logró, y no a todos les decía esto con facilidad, pero de algún modo Yeonjun se había ganado el derecho de saber un poco más sobre él, su mirada le hacía querer decirle el porqué no podía contestar a todas sus preguntas con anterioridad, no quería que Yeonjun se sintiera mal por una idea errónea.

—¿Eh? —éste no se esperaba tal argumento, se tumbó en el suelo y cruzó ambas piernas expectante.

—Sí, bueno, no es tan complicado a veces, siempre estuve enfermo, ya es como un carácter con el que debo vivir, carácter al que nunca me acostumbro —rio irónico con aquello último.

—¿Desde cuando tienes-

—Ocho años —le contestó aquella incógnita que no terminó de formular—. Sí, sé que a esa edad no deben existir preocupaciones pero, creo que nací con eso, sé que suena tonto ya que una persona no puede nacer con eso, pero; sí salía al parque me preocupaba caer y lastimarme, me preocupaba comer algo caducado, me preocupaba que mi lápiz se perdiese, me preocupaba que los demás se burlaran de mí si no hacía mis exposiciones bien... Es mi creencia, nadie afirma que sea cierto lo que digo, la verdad no sé si se puede nacer con algo así, pero yo lo creo...

Beomgyu empezó a sudar frío, se puso nervioso, era la primera vez que le explicaba a alguien el origen de su condición, o su condición en sí, sus manos empezaron a temblar, y se llevó una gran sorpresa cuando ese temblor lo calmó su contrario apretando sutilmente las manos temblorosas con las suyas, Yeonjun le miró a los ojos y le regaló una hermosa sonrisa reconfortante, una de esas sonrisas que te dicen que todo está bien.

—Tuve fobia social por un tiempo —continuó—, ya la superé, o aprendí a controlarla. Todo empezó porque los otros niños se burlaban de mí por estar enfermo.

Sí, a Yeonjun ya le empezaba a disgustar esa palabra: "Enfermo".

—Los niños son crueles, Choi Yeonjun, no se dan cuenta del daño que hacen, sólo disfrutan de su burla y ya.

—Tú fuiste niño —le comentó con una voz tan suave, como si tuviera miedo a alarmarle, aún tenía aquellas manos a merced del calor de las propias y no tenía pensado soltarlas aún.

—Pero nunca hice cosas como esa —se defendió.

—Gyu... pero, ¿Por qué seguías con la fobia social después de que creciste? digo, si fue algo desarrollado en la infancia-

—Pues, por eso mismo, Choi Yeonjun, las personas siempre van a mirar con señalamiento al que sea inusual. Luego de que nace algo, ese algo se desarrolla y se convierte en algo más grande —apretó sus labios y bajó la mirada.

—Oh. Debe ser difícil.

—Lo es, Choi Yeonjun —forzó una sonrisa.

—Oye —rio divertido para aligerar el ambiente—, deja de llamarme por mi nombre completo, me siento como si hablara con- dime Yeonjun —sonrió ampliamente— o si quieres puedes decirme 'hyung'.

—Hyung —repitió Beomgyu como acostumbrándose al honorario.

—Ajá —estiró la comisura de sus labios.

—Bueno, Yeonjun hyung —el aludido sonrió tímido— además, debía disculparme por mi comportamiento aquel día que salí al parque, siento... ya sabes.

—Tranquilo, no pasa nada —apretó un poco más el agarre entre sus manos, dándole seguridad al menor.

—Estar enfermo no es un "no pasa nada" —escapó lenitivamente del merced de las manos contrarias e hizo comillas con sus dedos.