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CAPÍTULO X
Choi Yeonjun y Choi Beomgyu




Choi Yeonjun llegó a casa con las mejillas coloradas debido al calor, como si hubiese hecho un maratón, sudando a chorros.

—¿Qué tal tu día? —preguntó aquella madre mirando como su hijo tiraba su mochila al suelo y se recostaba en el sofá sin importar el estado físico en el que se encontraba.

—Bien, genial. Si sacamos el hecho de que casi me envían a detención, todo bien —sonrió forzado—. Tengo tarea —avisó—, necesito tu ayuda.

—¿Mmm? Pensé que ya estabas bastante grandecito para hacer tus tareas solo —sonrió aquella madre— ¿En qué te ayudo, Jun?

Yeonjun sonrió sin separar los labios— Necesito tu mano en esta hoja —sacó la hoja torpemente doblada de su mochila—. Ya anoté donde va cada mano, Soobin y Beomgyu ya pusieron sus manos, ahora les toca a ti y a papá —comentó eufórico desplegando la mitad de papel bond.

Manos a la obra entonces —rio divertida y se levantó para ir por pintura, regresó al sofá con varias temperas y tomó asiento junto a su hijo.

—Fue difícil hacer que Beomgyu pusiera su mano, de verdad, tuve que rogarle —contó mientras su mayor se esparcía la pintura color burdeos sobre su palma.

—Es el de color azul ¿No?

—¡Sí! Allí está su nombre, y el de Soobin es este rojo, el tuyo será violeta y el de papá quizá sea verde, o naranja. Más tarde iré con Hyunjin y Dongpyo para que también pongan sus manos.

—Min-ah viene hoy —avisó su madre potenciando que probablemente la tía de Yeonjun también podría hacer parte de su proyecto.

—¿En serio? Qué raro —frunció el ceño—. ¿Ya se cansó de perdonarle los cachos al tipo ese?

—Más respeto, Jun. Es tu tío.

—Me vale ver- No me importa ¿Sabes?, ese señor no es mi familia —espetó displicente.

Luego de que su madre dejara la huella de su palma en color violeta sobre la hoja, Yeonjun se levantó y la colocó en la isla de la cocina con el propósito de que esta estuviese seca para cuando marcase la hora de que su padre llegase y aquel colocara su palma también, pero para su desgracia, este hombre era un caso difícil y debía pedírselo en persona, el contra era que no podía esperarle por lo tarde que llegaba y él necesitaba dormirse temprano debido a su ajetreado horario de clases diurnos, más que diurnos parecían madrugadores.

Decidió enviarle un mensaje.

Papá.

«Sé que estás trabajando, pero necesito que cuando llegues me ayudes en algo del colegio»

«Qué es, Choi Yeonjun? »

«Es algo para artes y patrimonio, dejaré en la cocina una hoja y pinturas para que pongas tu mano, es todo, sabrás qué hacer»

«Está bien, cuando vuelva lo hago»

𖧵×𖧵

Cuando Beomgyu subió al auto, su madre notó su mano pintada con tempera azul, sonrió, fruto de aquella impresión.

—¿Qué hiciste hoy, cariño?

—Lo usual —contestó doblando para estirar el cinturón y abrocharlo a su costado mientras su madre hacía lo mismo.

His Little Anxiety™ © Yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora