His Little Anxiety™ © Yeongyu.

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CAPÍTULO XIX
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—¡Mami! —se le abalanzó rodeando con sus brazos a su madre quien le correspondió el abrazo lleno de tanto cariño y terminó acariciando lenitivamente el cabello castaño de su hijo.

—Jun, ¿Qué tal te fue hoy? ¿Soobin se quedará a dormir?

—Mmm, estuvo bien —sonrió tenue—. Soobin-sshi estará un rato, luego se va —avisó.

—¿No tienes tarea?

—No que yo sepa —rio irónico ante la sinvergüenzura que podía llegar a reflejar frente de su progenitora.

—Umm...

—Mamá —le volvió a abrazar, esta vez más efusivo.

—¿Qué es lo que quieres, Jun? Ya dímelo.

—¿Recuerdas ese día que te prometí que cuando me gustara alguien serías la primera en saberlo?

—Sí, por supuesto cariño.

—Bueno, casi se lo digo a Soobin primero —rio divertido haciendo que su madre también compartiera esa euforia.

—Casi rompes tu promesa, impactante —simuló dolor en el pecho juntamente exagerando su expresión sorpresiva.

—Yah, ¿Quieres que te diga o no?

—Procede, Jun.

—Me gusta Choi Beomgyu, mami —espetó como niño pequeño presentando un pequeño puchero a su contraria.

—¡No me digas! —utilizó hipérbole en su expresión— Ya lo sabía, Jun. Yo te conozco, ya me tienes mareada desde hace más de dos semanas con el tal "Gyu" —espetó haciendo comillas refiriéndose al seudónimo con el cual le llamaba su hijo.

—Yo sé que tú sabías que yo sabía que tú sabías —comentó haciéndose juegos mentales junto a su madre.

La mujer rio.

—No se lo dirás a papá, ¿O sí? —formuló su incógnita sabiendo la repuesta obvia ya que su madre vivía apoyando y ocultando cosas de su hijo a su marido, pero era por las dudas.

—No, Jun. No si tú no quieres, ya te tocará a ti contárselo.

—Ahm, no es como que vaya a tener algo oficial con él, yo estoy un cien por ciento seguro de que no le gusto —comentó bajando el tono de voz en aquello último, pero era Yeonjun y tenía que verle el lado bueno a todas y cada una de las cosas—. ¡Pero sí le agrado, mamá!

—Te lo dije, Jun. Mamá siempre tiene razón.

—Sí, sí, la mayoría de las veces, pero no siempre, señora.

—¿Cómo me dijiste?

—Ah, te dije mami, mami —sonrió divertido mostrando una hermosa hilera de dientecitos—, será mejor que vaya con Soobin, capaz y lo consiga durmiendo.

—Bueno, si tienen hambre hay pan en la alace-

—¡Shh! No lo invoques, por favor; si está dormido me cae mejor.

𖧵×𖧵

—Se dio cuenta, Yeonjun hyung —musitó algo ávido el joven Beomgyu mientras rascaba su brazo, como usualmente le daba por hacer.

—¿De qué, Beomgyu?

—Las marcas en... mis brazos, las costras aún siguen ahí, y en las noches me pican, las rasqué y volvieron a abrirse —explicó algo desanimado, con la cabeza agachada mientras jugueteaba un poco con los cordones de sus tenis.