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CAPÍTULO XII
Nueva medicación




El firmamento nocturno se hacía testigo del hermoso interés que Beomgyu dedicaba a cada palabra que leía dentro de ese lugar, dentro de la biblioteca, donde casi ningún alma además de las personas que trabajaban en el lugar estaban circundantes al maravilloso esplendor que era mirar leer a tan lindo chico, la bibliotecaria ya hacía como costumbre mirar al joven llegar a las ocho de la noche y abandonar el lugar casi a las diez.

Iba de dos a tres veces a la semana.

Beomgyu amaba ese lugar, era tranquilo, cómodo, con la temperatura exacta, los colores eran tan pasteles, tan relajantes, cada libro, cada estantería, cada mueble que decoraba el lugar, para Beomgyu era maravilloso, era su lugar favorito después de todo.

No se arrepentía en ser el único lugar al que iba además del colegio y su propio hogar; mas sí sabía que se perdía de más cosas del exterior, pero no importaba, no importaba mientras podía imaginarse en lugares donde nadie nunca ha ido solamente con leer varios versos de un hermoso libro de cuero, no importaba mientras sentía empatía por personas que quizá nunca existieron, no importaba mientras él se sintiera feliz solamente construyendo palabras en su mente plasmadas en un simple pedazo de papel.

Todo bien, todo tranquilo, calmado, excelente, la lectura fluía más rápido que otras veces ya que anteriormente le costaba llevar el hilo de la lectura por causa de los múltiples problemas que usurpaban su mente en medio de cualquier relato literario.

Y tenía que haber algún ente que lo sacara de su burbuja, ese fue Kang Taehyun.

—¡Beom-

—¡Shh! —le calló el mismo citado—. ¿No ves que estamos en una biblioteca? —preguntó Choi mirándole con el ceño fruncido, y no sólo eso era lo que le molestaba, había llegado tarde además.

—Hola —sonrió rascando su nuca por haber sido regañado anteriormente.

—Hola, Tae —estiró un poco la comisura derecha de su labio dejando a la vista su pequeño hoyuelo—. Llegas tarde, acordamos que sería a las ocho —siguió con la mirada a su amigo tomar asiento junto a él.

—Hoy salí tarde del colegio —dijo justificando la hora de su llegada—. Tenía muchas ganas de verte —sonrió.

—¿Teñiste tu cabello? —preguntó tomando uno de los mechones ajenos, su cabello estaba castaño claro y las luces blancas de la biblioteca iluminaban aquella cabellera haciéndola parecer casi de oro.

—Sí —sus mejillas se tornaron color carmesí—. ¿No te gusta?

—Mm, sí, es lindo.

—¿Cómo te va en la escuela? ¿Hay alguien nuevo? —preguntó a tono moderado sin poder expresar toda la euforia que representaba mirar el rostro de su amigo otra vez, hace mucho que no se veían, no más de un año, pero sí más de la mitad de uno.

—Todo bien, como siempre. Y... sí, hay un chico nuevo, su nombre es Hueningkai y a diferencia de los demás, él no me cae tan mal.

Taehyun rio— Eso está bien. Me estoy preparando mentalmente para la enorme fiesta que haremos para tu cumpleaños.

—¿Qué fiesta? además, para eso falta un poco ¿Sabes?

—Lo sé, pero de todos modos hay que ir preparando todo.

—Me gustaría dejarlo pasar este año.

Taehyun puso los ojos en blanco y simuló atragantarse— me tienes jodido con eso de que te gustaría dejar pasar tu cumpleaños por debajo, no —negó serio.

His Little Anxiety™ © Yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora