E P Í L O G O

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Las calles de Seúl en el distrito comercial siempre eran en demasía activas, muchas personas, mucha hacinación, poco espacio para caminar. Muchas personas debieron haber chocado ya con todo el alboroto.

Beomgyu sabía eso, y lo odiaba, pero todos los días a la misma hora pasaba por el lugar golpeando personas sin querer y siendo golpeado también.

—Disculpe.

—¡Fíjate por dónde vas, idiota!

En otro punto de su vida, además de haberlo enojado, incluso pudo haberlo puesto a llorar todo el estrés.

La costumbre hacia eso algo de todos los días, cuántas veces no se había estado golpeando con gente y escuchando insultos hacia él sólo porque era un torpe moviéndose en lugares así.

Muchas veces.

Estaba cansado su actual trabajo era agotador, pero valía la pena si al final del día podía llegar a casa para marcar con una equis roja en su calendario.

Tan sólo faltaban tres días para irse a Busan, estaba emocionado por ello. La transferencia de trabajo hasta allá podía ser algo triste para sus padres a los cuales va a extrañar muchísimo, pero si quería alcanzar el éxito como se lo había propuesto en sus sesiones con el doctor Kim, debía seguir trabajando.

Dejó su maletín a un lado de su asiento al entrar a la cafetería de siempre, acomodando sus lentes oscuros y su abrigo color piel.

—Lo de siempre, por favor —comentó al camarero tras bajar sus gafas para mirarle.

El hombre se rio por aquello y fue hasta el mostrador para pedir lo ordenado.

Al volver, trajo una ración de galletas grandes con chispas de chocolate y una taza de café y leche, tal como solía pedir Beomgyu cada tarde al finalizar el trabajo.

—¿Por qué traes esas pintas, hombre? —cuestionó el camarero tomándose la libertad de tomar asiento en la silla de al frente.

Nunca tenían demasiados clientes, el único distinguido era Choi Beomgyu.

El último citado no contestó a la pregunta, sino que posó su vista en la pequeña tele del lugar que daba las noticias del país:

«El pasado martes se descubrió a la pareja del famoso modelo Choi Yeonjun al salir de su reciente fundación académica para bailarines; y no es más que un hombre asimismo declarándose abiertamente bisexual; más detalles al regresar de corte comerciales».

La imagen de la noticia en la sección de farándula era un poco borrosa, probablemente había sido tomada desde un celular.

—¿Estás bien, Beom? —Taehyun en su traje de camarero no era algo que le inspirara confianza para hablar de cosas personales.

Beomgyu, ahora castaño, mordió su galleta— Sí, un poquito, estoy medio cansado así que no estoy tan bien.

—Hablaba de lo de Yeonjun —especificó el ahora rubio.

—Estoy bien, no te preocupes.

Claro que no estaba bien, pero tampoco quería decirlo en voz alta, sería aún más real.

Igualmente no importaba ya.

Luego de terminar sus galletas y su taza de café con leche, pagó y dejó propina sonriendo antes de volver a casa.

Había sido un largo dia, y con esa noticia, no creía poder conciliar sueño las noches que se avecinaban.

His Little Anxiety™ © Yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora