Pasadas un par de horas Gustabo se encontraba consciente, con cierto dolor en el cuerpo por todas las heridas que había tenido. Claudio les indicó a los que esperaban fuera que ya podían pasar a verle y el primero que pasó fue Horacio.
Gustabo se sorprendió al verle.
-Hombre, esperaba que llegarás a salvarme más rápido de lo que fueron- bromeó un poco, su voz se escuchaba cansada.
-Eres un gilipollas, ¿por qué no me habías contado nada de esto?- Horacio se paró junto a la cama de Gustabo.
-Era un tema delicado, llevaba un tiempo detrás de ellos, cuando se me dio la oportunidad de colarme a su mafia la use- tosió un poco- Mierda, me han dejado jodido, mira que tenían de todos los lugares en donde disparar y lo hacen en la clavícula, que me muero-
-Después hablaremos de esto con más calma, ¿Cómo te encuentras?-
-De la mierda, pero he, me hice un Fleeca hace como una semana, pensé que asistirías-
-¿Cómo coño te hiciste un Fleeca?-
-Pues normal, fui manejando hasta el banco, apunte y le dije- Horacio lo interrumpió
-No seas tonto, ya se cómo, no me refería a eso-
-Ah pues no sé a qué te refieres, al final me atraparon, el gringo maneja del culo, el plan salió terrible, fue un desastre todo-
-¿El gringo?-
-Si, el me dijo que sabía hacerlo, pero una vez ahí nos dijo a Emilio y a mi que estaba nervioso-
-Joder Gustabo, no entiendo que quien cojones hablas-
La puerta se escuchó abrirse, dejándose ver a los demás que faltaban. Volkov, Conway y Greco habían entrado.
-Eres un estúpido, media puta hora pidiéndote 10-20- habló Conway.
-Si joder, que querías que dijera. Oh, esperen un momento le mando ubicación al superintendente- Gustabo rodó los ojos.
El de traje se quedó completamente callado.
-¿Cómo te encuentras Gustabo?- pregunto Greco.
-Ay por dios de verdad, como me voy a encontrar, pues de la mierda Greco, ¿no ves?, poco me falta para parecer colador- Gustabo hecho su cabeza para atrás.
Horacio intento no reírse pero fue en vano.
-Horacio no te rías cerdo, mira como estoy, todo para salvarte el culo- se quejo Gustabo- Ah mira, hola Volkov, puede saludar eh, no como ni nada.
-Priviet Gustabo, no voy a preguntar cómo se encuentra-
-Gracias a Jesucristo, vaya pregunta hacen aquí los presentes-
-Bueno ya Gustabito, deja de quejarte coño, al final estás vivo-
-Vivo, estoy jodido, ahora tengo que tener cuidado cuando porte armas largas, ay dios mío-
-Mucho drama- hablo Greco.
-Anda, cómeme la polla Greco-
-Si tu lo dices-
Los tres restantes se quedaron sorprendidos al escuchar la respuesta de Greco.
-¿Qué dices?- Volkov fue un único que se atrevió a preguntar.
-Nada, nada, chiste local entre Greco y yo- defendió Gustabo.
-Bueno, después se comen todos la polla, por lo pronto vamos saliendo de aquí que huele a muerto- Conway bromeó un poco.
-Si, vámonos, Horacio huele feo- Gustabo hizo el ademán de pararse de la cama.
-Pero tu no mamón, por dios santo, tienes como cinco años, acuéstate de una puta vez y recupérate, tenemos que hablar de esto y ver cómo vamos a proceder.-
Gustabo se acomodo de nuevo en su cama sin decir nada.
-Nos vemos Gustabo, vendré a verte mañana después de salir de trabajar- se despidió Horacio para salir de la habitación.
-Hasta pronto Gustabo- Greco se despidió y salió de la habitación detrás del moreno.
-Bien Gustabo, que se recupere, con permiso- hablo Volkov.
-Hasta pronto hombre que se quiere comer a mi hermano- se despidió con la mano.
Volkov salió de la habitación riéndose, seguido de Conway, el cual tenía una sonrisa burlona.
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