Pasaron las horas, ya era de noche, exactamente la hora de salida de su turno, así que cada quien se fue para su casa, Horacio se había salido de servicio minutos antes para llegar a su departamento y descansar un poco antes de estar vigilando a alguien toda la noche.
Greco se encontraba en la casa de Volkov, los dos se habían quedado dormidos en la sofá, con la pequeña gatita encima de los dos.
Al pasar un par de horas Viktor se levantó al ver que su móvil sonaba, en la pantalla se reflejaba un número desconocido, pero aún así atendió la llamada.
-Volkov- se escuchó del otro lado del teléfono, era Conway.
-¿Que pasa?-
-Los necesito a Horacio, Greco y a ti, si pueden venir los tres juntos mucho mejor, avísales, en unos momentos te mando ubicación- el super colgó la llamada.
-Joder, tan difícil es esperar mi contestación- Volkov dejo el móvil sobre la pequeña mesa que tenía al frente del sofá.
Greco se giró y se acomodó, pero Volkov decidió pegarle suavemente en la cabeza, hasta que se levantara.
-Mira me cago en todos tus muertos, pesado- Greco se levantó de mala gana
-Sisi, mis muertos vendrán por ti algún día de estos, para arriba, Conway nos quiere ya, no tarda y envía ubicación-
-Ese señor también es un pesado, en verdad mi trabajo no está pagado, ¿Sabes cuánto he dormido? No me jodas, y se viene otra noche para no dormir, de puta madre- Greco se paró y se dirigió al baño para lavarse la cara.
Volkov solo rio, y tomo de nuevo su móvil, esta vez para llamarle a Horacio.
Intento una vez y no contesto, a la segunda vez el crestas atendió.
-¿Quién es?- el menor tenía voz adormilada.
-Soy el comisario Volkov, Horacio el superintendente le necesita listo, dentro de poco me mandará ubicación y tenemos que estar los tres en dónde él diga, Greco y yo pasaremos por usted a su departamento-
-De acuerdo Comisario, hasta ahora-
Volkov colgó el teléfono y se puso a jugar con su pequeña gatita Kira.
-Volkov vamos coño, dios, eres mas lento-
-Estoy listo, ¿No me ves?-
-Si, te veo, te ves del asco macho-
-Anda que te den, solo cogeré alguna chaqueta y listo, nadie me verá-
-Como digas- se volvió a sentar a un lado del ruso para quitarle a Kira de los brazos y ponerse el a jugar con ella.
Volkov se paró, era su turno de lavarse la cara y los dientes y mientras lo hacía le llegó la ubicación del superintendente. Termino de lavarse la cara y se dirigió de nuevo al salón.
-Greco, nos vamos-
El mencionado se levantó del sofá, se despidió de Kira y camino hacia la puerta, para esperar a Volkov.
El ruso se despidió también de Kira, se seguro de que hubiera agua y comida, se dirigió a la puerta y la abrió, dejando salir a Greco.
Los dos se dirigieron a la casa de Horacio, Greco todo la puerta unos segundos, para que después la puerta se abriera dejando ver a Horacio con la crestas totalmente despeinada.
-Buenas Greco, vamos-
El menor salió y cerró su puerta.
-¿A dónde vamos?- pregunto el menor.
-No lo sé, el ruso tiene la ubicación, el nos llevará- hablo Greco.
-Si, yo la tengo, iremos en mi auto-
El ruso comenzó a caminar, detrás de él iban Greco y Horacio; se subieron al elevador y marcaron el último piso para llegar al estacionamiento e ir al auto de Volkov.
Una vez lo encontraron se montaron en el, Greco adelante de copiloto, Volkov de conductor y Horacio iba a en la parte trasera. El ruso ya había marcado la ubicación en el GPS del auto.
