Jowy tomo su radio e indico a los que estaban en la frecuencia que regresaran.
-Vamos a la parte de atrás, tengo algo que mostrarles- el superintendente comenzó a caminar hacia una puerta, la cual daba a la parte de atrás de la lujosa casa.
Los dos Comisarios y el Subinspector lo siguieron; al atravesar la puerta se dejaron ver cinco autos en color negro mate, con vidrios polarizados.
Horacio y Greco se quedaron con la boca abierta.
-Joder, si que hay presupuesto en la comisaría- habló Volkov
-Pues no es necesariamente de la comisaría. Tomarán estos autos en cuanto llegue la gente de Jowy, les daremos las últimas ubicaciones para que empiecen a seguir a la gente que se les indicó, deberán ir con el rostro oculto, siempre llevarán una Smg con ustedes y sobre todo siempre estaremos en una frecuencia de radio. Nos comunicamos con las iniciales de nuestro nombre, en caso de que sean pillados tienen que indicar Qrr, así todos sabremos que los han pillado y que puede que estén en peligro-
La puerta por dónde habían pasado antes se abrió, dejando ver a Freddy.
-Han llegado mis chicos y tenemos que irnos-
-Enseguida, diles que manden las últimas ubicaciones-
-Están mandadas, revisar- indio Freddy.
Los cuatro sacaron sus móviles y en efecto, los cuatro tenían un mensaje de un número desconocido marcando una ubicación.
-Perfecto, nos arreglamos y nos vamos-
Freddy entro y detrás de él iban los cuatro que estaban fuera.
Al entrar al salón, en la misma mesa, en vez de haber papeles y las carpetas, se encontraban armas de todo tipo, las cuales habían sido proporcionadas algunas por Conway y otras por los chicos de Jowy.
-Recuerden, tomen la Smg- Conway se acercó a la mesa y tomo la suya.
Volkov, Horacio y Greco hicieron lo mismo, tomaron cada uno una arma.
-Nos vamos, Freddy- lo miro- nos retiramos, estamos en contacto, gracias a tus chicos por habernos cubierto-
Horacio camino a la parte trasera en dónde estaban los autos, seguido de Greco, Volkov y Conway.
-En la guantera del auto están las radios, la frecuencia es 55.34- informo Conway.
Los cuatro se subieron a sus respectivos autos, tomaron la radio que había en la guantera y se metieron en la frecuencia ya mencionada.
-Aquí H, ¿Me reciben?-
-Te recibimos H- se escuchó en la radio.
Y así se presentaron los dos faltantes, Conway no lo hizo, solo pregunto si lo recibían.
Una vez tenían la frecuencia, encendieron los autos para tomar camino hacia su ubicación.
Volkov, Greco y Horacio siguieron al auto del superintendente para poder salir de la casa, una vez fuera aparcaron en la carretera.
Horacio hablo por radio.
-Aquí H, tengo que ir a por una máscara, de ahí me muevo hacía la ubicación-
-10-4 H, también tengo que ir a por una máscara, tire a la tienda más cercana, lo sigo- hablo Greco.
-V, ¿No tienes que ir por una máscara?- pregunto Conway.
-No, traje una en uno de mis bolsillos. Me dirijo hacia mi ubicación, les avisaré cuando este posicionado-
-10-4, asegúrate de pasar desapercibido, ¡y ponte la máscara de una puta vez!- Conway grito un poco en la radio.
Horacio tomo camino hacia la tienda de ropa más cercana, la cual se encontraba a diez kilómetros de la casa, así que comenzó a manejar hasta ella, siendo seguido por Greco.
Después de unos minutos, llegaron a la tienda y aparcaron los dos, uno al lado del otro. Bajaron de los autos y se metieron a la tienda.
-Pues corre el coche, pensé que no lo haría- hablo Greco.
-También pensé que no correría, pero lo hace bien. Es tarde, pensé que no estaría abierto-
-Pues por suerte está abierto, venga, algo rápido que sea negro-
Llevaban cinco minutos en la tienda y Horacio aún no sabía que máscara comprar. Greco ya tenía la suya, había sido rápido.
-Horacio, si sigues así los perderemos de vista, apresúrate-
-Greco, todas parecen un calcetín mal puesto-
Horacio seguía probándose máscaras.
-Horacio, nadie la vera, la primera máscara negra que pilles estará bien-
El de crestas le hizo caso a Greco y tomo el primer pasamontañas negro que vio.
Salieron de la tienda y se subieron a los autos, los dos salieron del estacionamiento. Greco se puso a un lado del coche de Horacio.
-Te aseguro que aún con el pasamontañas más feo le seguirás gustando el bobo de Volkov- dijo eso y aceleró, dejando a Horacio con la palabra en la boca y un tanto rojo.
Horacio marco la ubicación en su GPS y manejo hasta llegar ahí.