Horacio se encontraba en la casa del ruso, no había hecho nada más que jugar con la pequeña gatita, se quedó observando a la pequeña y recordó que tenía que ayudar al Comisario a buscar un nombre para ella.
-Volkov puede liarse a tiros en una licorería, puede hacer persecuciones a altas velocidades, puede pilotar un pegasus, ¿pero no puede buscar un nombre para ti?, no entiendo a ese hombre.- Horacio quitó a la gatita de sus piernas y la puso a un lado para después coger la computadora y ponerla donde antes se encontraba ella.
Al abrirla esta se prendió, dejando ver la foto que tenía de fondo; en esta se veía a Conway, Ivanov, Greco y él, los cuatro recargados sobre el patrulla, en cuál ponía en su matrícula "Putin".
Horacio sonrió al ver la sonrisa que Volkov tenía en esa foto, abrió el buscador y se dispuso a buscar nombres para la gatita.Después de una buena búsqueda; el nombre que más le había gustado era Kira, era corto y lindo, justo para ella.
- Pequeña, te tenemos nombre.- el crestas apartó el pc de sus piernas, subió a la gatita y se puso a hacerle mimos con las dos manos.- Te llamaras Kira, esperemos que a Volkov le guste, es muy lindo, ¿verdad guapa?.-
Las horas habían pasado y era hora de que el comisario llegara, Horacio se había quedado dormido junto con la gatita en el sillón del salón. La puerta se escuchó abrirse y se dejó ver a un Viktor algo cansado, junto con una mochila morada, la cual era del menor.
Horacio al sentir la presencia del ruso, se levanto.
-Buenas Comisario.-
-Muy buenas Horacio, lamento haberlo despertado, pero tengo muchas llaves, y mis botas son muy pesadas.-
-No pasa nada, de igual manera es un poco tarde para que yo esté aquí, debería ir a mi casa, supongo que esa es mi mochila - apunto hacía la mochila que Volkov cargaba en sus manos.
-En efecto, es de usted, Gustabo dijo que ahí estaba todo, sus llaves, celular y ropa.- Volkov se acercó al crestas para dejarle la mochila a un lado.
-Muchas gracias Comisario, Kira está dormida aún, duerme como piedra.-
-¿Cómo ha dicho?.- Volkov frunció el seño, y se paró frente al menor.
-Emm, disculpe, usted dijo que podía ayudarle con el nombre de ella pequeña, así que me di a la tarea de buscar y Kira en uno de los nombres que más que gustaron para llamar así a la pequeña.- sonrió
El ruso no creía que Horacio en verdad se había tomado el tiempo de buscarle un nombre a su pequeña y amada gatita.
-No tiene porque disculparse, me gusta mucho ese nombre, falta que a ella le guste.- el mayor relajo el entrecejo, evitando que se le saliera una gran sonrisa.
-Creo que le gusta, estuve gran parte del día llamándole así y parecía gustarle.-
Volkov seguía sin creer semejante cosa.
-Pues entonces se llamará así, Kira. Muchas gracias por tomarse el tiempo de buscarle un nombre por mi Horacio.-
-No es nada, la pequeña no podía quedarse sin nombre.- Horacio hizo un intento de pararse pero su pierna le causaba molestia, Volkov al darse cuenta se acercó a el e intento ayudarlo.
-Espere, primero saque la llave de su departamento para que yo vaya abrirlo y después lo lleve.-
-Si, espere, deben estar por aquí.- el menor agarro su mochila con sus pertenencias, abrió un cierre pequeño y saco las llaves de su departamento de ahí.
-Aquí tiene- Horacio le entrego las llaves en la mano, el ruso salió de si departamento y se dirigió al del menor para abrir la puerta lo más rápido posible, al abrirla se dirigió de nuevo a su departamento y ayudo a Horacio a caminar hasta su salón.
Una vez en la casa del menor Volkov lo llevo a su cuarto para que pudiera descansar mejor.
-Bien, pues listo, de nuevo muchas gracias por ayudarme Comisario, en verdad no necesitaba tanto.-
-No es nada Horacio, si necesitas algo aquí estoy, ah, y por cierto, muchas gracias por el nombre de la pequeña Kira, es hermoso.- el mayor soltó una sonrisa.
-No es nada, espero poder verla más mientras me recupero del todo.-
-Así será, se harán compañía, claro, si usted quiere.-
-Por supuesto.-
-Perfecto, pues me retiro Horacio, descanse, Gustabo me dio su número así que supongo que por ahí lo contactaré, hasta luego.- dicho esto Volkov salió de la casa del menor cerrando la puerta y asegurándose que se estuviera todo bien.
Se dirigió a su casa en dónde se acostó en el mismo lugar donde anteriormente se encontraba Horacio. Había tenido una junta un tanto pesada con el super y Greco, cosas de trabajo e infiltraciones. Se hundió tanto en sus pensamientos acerca del trabajo que ni siquiera sé percató de que se había quedado totalmente dormido en el sofá de aquel salón.