☼︎𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐☼︎

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Horacio se encontraba en la casa del ruso, no había hecho nada más que jugar con la pequeña gatita, se quedó observando a la pequeña y recordó que tenía que ayudar al Comisario a buscar un nombre para ella.

-Volkov puede liarse a tiros en una licorería, puede hacer persecuciones a altas velocidades, puede pilotar un pegasus, ¿pero no puede buscar un nombre para ti?, no entiendo a ese hombre.- Horacio quitó a la gatita de sus piernas y la puso a un lado para después coger la computadora y ponerla donde antes se encontraba ella.

Al abrirla esta se prendió, dejando ver la foto que tenía de fondo; en esta se veía a Conway, Ivanov, Greco y él, los cuatro recargados sobre el patrulla, en cuál ponía en su matrícula "Putin".
Horacio sonrió al ver la sonrisa que Volkov tenía en esa foto, abrió el buscador y se dispuso a buscar nombres para la gatita.

Después de una buena búsqueda; el nombre que más le había gustado era Kira, era corto y lindo, justo para ella.

- Pequeña, te tenemos nombre.- el crestas apartó el pc de sus piernas, subió a la gatita y se puso a hacerle mimos con las dos manos.- Te llamaras Kira, esperemos que a Volkov le guste, es muy lindo, ¿verdad guapa?.-

Las horas habían pasado y era hora de que el comisario llegara, Horacio se había quedado dormido junto con la gatita en el sillón del salón. La puerta se escuchó abrirse y se dejó ver a un Viktor algo cansado, junto con una mochila morada, la cual era del menor.

Horacio al sentir la presencia del ruso, se levanto.

-Buenas Comisario.-

-Muy buenas Horacio, lamento haberlo despertado, pero tengo muchas llaves, y mis botas son muy pesadas.-

-No pasa nada, de igual manera es un poco tarde para que yo esté aquí, debería ir a mi casa, supongo que esa es mi mochila - apunto hacía la mochila que Volkov cargaba en sus manos.

-En efecto, es de usted, Gustabo dijo que ahí estaba todo, sus llaves, celular y ropa.- Volkov se acercó al crestas para dejarle la mochila a un lado.

-Muchas gracias Comisario, Kira está dormida aún, duerme como piedra.-

-¿Cómo ha dicho?.- Volkov frunció el seño, y se paró frente al menor.

-Emm, disculpe, usted dijo que podía ayudarle con el nombre de ella pequeña, así que me di a la tarea de buscar y Kira en uno de los nombres que más que gustaron para llamar así a la pequeña.- sonrió

El ruso no creía que Horacio en verdad se había tomado el tiempo de buscarle un nombre a su pequeña y amada gatita.

-No tiene porque disculparse, me gusta mucho ese nombre, falta que a ella le guste.- el mayor relajo el entrecejo, evitando que se le saliera una gran sonrisa.

-Creo que le gusta, estuve gran parte del día llamándole así y parecía gustarle.-

Volkov seguía sin creer semejante cosa.

-Pues entonces se llamará así, Kira. Muchas gracias por tomarse el tiempo de buscarle un nombre por mi Horacio.-

-No es nada, la pequeña no podía quedarse sin nombre.- Horacio hizo un intento de pararse pero su pierna le causaba molestia, Volkov al darse cuenta se acercó a el e intento ayudarlo.

-Espere, primero saque la llave de su departamento para que yo vaya abrirlo y después lo lleve.-

-Si, espere, deben estar por aquí.- el menor agarro su mochila con sus pertenencias, abrió un cierre pequeño y saco las llaves de su departamento de ahí.

-Aquí tiene- Horacio le entrego las llaves en la mano, el ruso salió de si departamento y se dirigió al del menor para abrir la puerta lo más rápido posible, al abrirla se dirigió de nuevo a su departamento y ayudo a Horacio a caminar hasta su salón.

Una vez en la casa del menor Volkov lo llevo a su cuarto para que pudiera descansar mejor.

-Bien, pues listo, de nuevo muchas gracias por ayudarme Comisario, en verdad no necesitaba tanto.-

-No es nada Horacio, si necesitas algo aquí estoy, ah, y por cierto, muchas gracias por el nombre de la pequeña Kira, es hermoso.- el mayor soltó una sonrisa.

-No es nada, espero poder verla más mientras me recupero del todo.-

-Así será, se harán compañía, claro, si usted quiere.-

-Por supuesto.-

-Perfecto, pues me retiro Horacio, descanse, Gustabo me dio su número así que supongo que por ahí lo contactaré, hasta luego.- dicho esto Volkov salió de la casa del menor cerrando la puerta y asegurándose que se estuviera todo bien.

Se dirigió a su casa en dónde se acostó en el mismo lugar donde anteriormente se encontraba Horacio. Había tenido una junta un tanto pesada con el super y Greco, cosas de trabajo e infiltraciones. Se hundió tanto en sus pensamientos acerca del trabajo que ni siquiera sé percató de que se había quedado totalmente dormido en el sofá de aquel salón.

ᴠᴏʟᴋᴀᴄɪᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora