||𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐||

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El día para Viktor había terminado bien, el patrullaje había estado tranquilo, exceptuando el código tres que habían atendido, el cual había sido un total éxito para el Cuerpo de Policía. Llevando así a los detenidos tras las rejas.
Volkov una vez termino el procesado de los detenidos y los metió en las celdas fue para la armería a guardar todas las armas correspondientes, las guardo y fue al mostrador para salir de servicio e ir al parking para por fin, después de ese día ir a su casa a poder descansar.

Una vez en parking de comisaría se metió a su auto y tomo rumbo hacia su departamento. Al llegar subió directo a su departamento y abrió la puerta de este dejando ver a un Greco en la sala junto con una gatita sobre sus piernas.

-Hostia, asustas hijo de puta, avisa- Greco se había asustado un poco, puesto que Volkov había sido muy silencioso al abrir la puerta y pasar.

-Pero qué cojones haces con mis sábanas hijo de putaaa- alargo la *a*. Viktor había visto su sábana en las piernas de Greco, pero no era eso lo que le molestaba, le molestaba el hecho de que la mitad de la sabana estaba en el suelo, junto a los zapatos mugrosos del barbas.

-Greco, que cojones, dónde coño te metes con esos zapatos, límpialos por lo menos para pasar a mi casa, dios contigo, no puedo.- al ruso le molestaba mucho el de barba siempre tuviera sus zapatos así de sucios.

-Venga, cálmate de una vez, no pasa nada, estoy se arregla- dijo para levantarse y sacudir un poco la sábana de color café.

-Listo, que dramas eres hijo- a Greco le gustaba ver cómo Volkov ponía el dedo índice entre sus dos cejas indicando que estaba un poco irritado.

-Anda, vete a tomar por culo, que subnormal eres, te caíste de pequeño lo puedo jurar hijo de puta-

-Que te jodan Viktor, me largo a mi casa, tengo un sueño que te cagas y mañana me toca estar de servicio a primera hora- se inclinó para ponerse los zapatos y pararse.

Volkov solo lo miraba y movía la cabeza con desaprobación, puesto que sabía que Greco había estado durmiendo la mayor parte de el día.

-Bien, gracias por haber venido y haber cuidado de esta pequeña, te lo agradezco- Volkov lo decía sincero y Greco lo sabía, él lo había animado a adoptar a la pequeña, puesto que sabía que se la pasaba siempre solo y claro, él no podía estar todo el tiempo a su lado.

-No es nada coño, nos vemos mañana a primera hora, supongo que se quedará sola, así que procura dejarle suficiente comida y suficiente agua, por favor Volkov- dijo para tomar sus llaves y salir de casa del  ya mencionado.

Volkov estaba algo cansado, así que solo le dió de comer a la gatita, le rellenó su plato de agua y se fue a dar un baño para después irse a dormir, al día siguiente si tenía que estar a primera hora en la comisaría.

ᴠᴏʟᴋᴀᴄɪᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora