Horacio seguía con Gustabo en el hospital, la pantalla de su móvil se encendió mostrando que tenía un mensaje.
El crestas paró su conversación con el rubio para poder desbloquear su móvil y ver el mensaje. Al hacerlo, se dió cuenta de que el mensaje era de Volkov, al abrirlo se sorprendió y pego uno que otro salto en su asiento.
-¿Que te pasa Horacio?- pregunto Gustabo.
-Volkov me acaba de invitar a una cita- se paró y le mostró el mensaje, pero el rubio no podía leer nada porque Horacio estaba pegando brincos junto con pequeños gritos.
-Pero deja de moverte joder, que no leo bien- Gustabo tomo la mano de Horacio y así la dejo quita para poder leer.
Al terminar de leer el mayor en la habitación también se sorprendió.
-¿Te acaba de invitar a una cena por mensaje?-
-Sisi, y no es solo una cena, veremos películas- Horacio se emociono más.
-Si, y veo, pero contéstale, si no como sabrá que si quieres ir- Gustabo soltó la mano del contrario.
Horacio se ruborizo un poco al pensar que cenaría y vería una que otra película con Volkov.
-¿Qué le contesto?- pregunto nervioso
-Pues dile que si, es que de verdad eres tontísimo- Gustabo se pasó las manos por la cara.
Horacio tecleo unos segundos en su móvil.
-¿Qué le has dicho?- pregunto curioso el mayor.
El menor se puso a leer.
-"Buenas noches Volkov, claro que puedo, me encantaría, dígame la hora exacta y ahí estaré" - el menor terminó de leer y se sentó en donde se encontraba antes.
-Bien, a esperar que responda sobre la hora-
No pasaron ni cinco minutos cuando Horacio ya tenía el mensaje con la hora.
Gracias por aceptar Horacio, lo veo a las nueve en mi departamento, será algo informal, una cena y las películas que quiera ver, puede venirse cómodo
El menor leyó en voz alta y respondió tan pronto como terminó.
De acuerdo Volkov, ahí estaré.
Lo mandó, apagó su teléfono y lo guardo.
-Horacio, ya es tarde, deberías de irte, mañana tienes que trabajar-
-Lo se Gustabo, me iré solo porque mañana trabajo, pero, ¿Te sientes bien? ¿No te duele nada?-
-No, me siento bien, de verdad, estoy perfecto. Anda, vete, y espero que mañana disfrutes esa cita, a por Volkov.- Gustabo sonrió.
-Espero te recuperes muy pronto, mañana con esto de cita no creo poder venir, hablaré con Greco a ver si se quiere pasar. Nos vemos Gusnabo, cuídate y descansa- Horacio se acercó al mayor para abrazarlo.
El rubio lo recibió con brazos abiertos.
-Como salga de aquí y te pille te hundo el pecho, deja de llamarme Gusnabo -
Se separaron del abrazo pero Gustabo le dio un pequeño golpe en la cabeza al menor.
-Bueno Gus, que descanses-
Los dos se despidieron con las manos.
Horacio salió de la habitación de Gustabo y se dirigió a su mini, para tomar camino a su casa.
Al llegar, se dio una ducha y se acostó a dormir, era necesario, pues mañana le esperaba un día de trabajo algo largo.
