Era sábado, Volkov trabaja solo medio turno, así que salía temprano. A decir verdad no tenía nada que hacer más que pasar el tiempo con la gatita, la cual ya había crecido un poco, pero aún así seguía siendo la adoración de Viktor.
Faltaban como cuatro horas para que pudiera salir de servicio y poder pasarla con su gatita, pero Greco llevaba insistiendo en salir desde que empezaron a patrullar.
-Vamos Volkov, por un sábado que salgas no pasa nada.- Greco llevaba rato haciendo que este accediera a ir a una fiesta que se haría en el Tequila.
-Greco que no, tengo cosas que hacer, cosas que no entenderías.- Volkov no estaba dispuesto a ir, ya que no era mucho de salir a fiestas, no le llamaban mucho la atención.
-Hombre Volkov, si las cosas que no entendería son ver series y tomar vodka toda la tarde tienes razón, no entiendo.- el barbas no tenía pensado rendirse, iba a sacar al ruso para que se divirtiera por lo menos una vez a la semana.
-Que no coño, ya le dije Greco.-
Al de barba no le importaba las veces que el ruso le dijera que no, ni cuántas veces le dijera que se callase, él iba a conseguir llevar a Volkov a esa fiesta. Y así fue, una hora antes de salir, después de haber molestado la gran parte del día; Volkov le dijo que si, que si lo acompañaría por lo menos unas dos horas, para que dejara de ser tan pesado.
-Bien, te recojo en tu casa a las nueve y media, está noche la pasarás genial, de eso me encargo yo o dejo de llamarme Greco Rodríguez.- una vez terminó de hablar el de barba hizo su 10-10.
-Venga, pesado.- dijo Volkov rodando un poco los ojos, al final Greco había ganado, y había conseguido que esté asistiera a la fiesta.- Comisario Volkov informa de su 10-10, Brown se queda en mando de la malla.- informó el ruso por la radio.
Al salir de servicio, se dirigió a su casa, al estacionar su auto se fijó nuevamente de que estaba el mini auto rosa con pegatinas de flores a un lado. Entró al edificio y marcó su piso en el elevador, al llegar y abrirse las puertas de este, se dejó ver a un chico un tanto más bajito que el, con una cresta color rojo metálico.
-Buenas comisario bombón.-
-Joder Horacio, no recordaba que vivía aquí.- dijo Volkov apartándose para que esté pudiera pasar al elevador.
-No pasa nada, pero prefiero que se acuerde, no quiero que piense que soy un acosador o algo así.- al terminar de hablar el de cresta le guiñó un ojo y se subió al elevador para marcar el estacionamiento.
Volkov no tomo importancia a su guiño, ya que siempre que podía lo hacía, de cierta forma de había acostumbrado. Al ir a la puerta de su apartamento sacó sus llaves y abrió, dejándose ver a una gatita un poco más grande, aún no tenía nombre, para Volkov seguía siendo simplemente su pequeña.
-Hola chiquita, que tal, que hacías.- se agachó para poder acariciar mejor a la gatita.
-Vente, vamos a darte de comer.- se paró y caminó hacia la cocina, en dónde cogió el saco de comida de la gatita y sirvió un poco en su plato.
-Come pequeña.- dejó que la pequeña comiera y no se molestó en revisar el agua de la gatita. Al ver que todo estaba en orden en cuanto a cosas de la gatita decidió cambiarse por su ropa "cómoda" y acostarse a ver TV, que era lo que la mayoría de veces hacía.
Después de unas horas, el reloj del pequeño salón de Volkov marcaban las ocho en punto, este decidió que era buena hora para comenzar a arreglarse, el hecho de no querer ir no iba a impedir que no fuera bien vestido.
Fue a su pieza después de apagar la Tv, y se metió a bañar, la ducha era algo que a él le fascinaba, encontraba eso como uno de los mejores métodos de relajación de había. Veinte minutos después Volkov salió de la ducha con una toalla alrededor de su cintura y descalzo. Se paró en frente de su lugar donde tenía sus productos personales y se echó crema en todo el cuerpo, una vez con crema en el cuerpo, buscó en su cajón de ropa interior y se puso lo primero que encontró. Abrió su closet y comenzó a buscar la ropa que llevaría a la fiesta, al final optó por una camisa color rojo y unos pantalones negros un poco ajustados, se puso el conjunto y busco un par de calcetines que se colocó para después buscar su par de zapatos negros.
Se sentó en la cama y se ató los zapatos. Busco su loción favorita y se roció por todo el cuerpo, procurando no dejar ninguna mancha en su camisa ni mucho menos en su pantalón. Decidió peinarse como siempre, no iba a batallar mucho con eso, su peinado no era algo que le importase.
Al fijarse en el reloj que se había colocado en la muñeca, de dio cuenta de que eran las nueve y que faltaba media hora para que Greco llegará por él, así que decidió regresar a la sala para seguir viendo TV y esperar a que llegara el de barba.9:20
Le había llegado un mensaje de Greco. Tomó su móvil y reviso el mensaje.
"Volkov, estoy en el parking, muévete" 9:20
"Ya voy, deja bajo." ✓✓
Al terminar de escribir el mensaje de texto, se despidió de la gatita, agarró su cartera, salió de su departamento y se dirigió al parking de su edificio. Al abrirse el elevador salió directo al auto de Greco, el cual se encontraba ahí afuera, el de barbas ni siquiera había sido capaz de acomodar el auto simplemente había frenado ahí y no tenía intención de moverse.
Greco bajo la ventanilla y dejó ver su mano tronando los dedos.-Vamos Volkov, te he visto más rápido.-
El ruso camino hacia el auto con paso firme, abrió la puerta de este, entró y se colocó el cinturón de seguridad.
-Calla que si no me regreso, pesado, eso eres, un pesado.- Reclamo el ruso.
-Sisi, mañana le agradecerás está noche al pesado.- escupió Greco para poner el auto el marcha dirección tequila.