Había pasado alrededor de un mes desde lo sucedido con Moussa, este se encontraba del todo bien, era miércoles y le tocaba regresar a trabajar luego de estar de baja temporalmente. En cuanto al comisario Volkov, el mes había transcurrido como los demás, solo sumándole el hecho de que había estado cuidando a una pequeña gatita que ha día de hoy aún no poseía nombre, sumándole que Horacio se comportaba de una forma extraña con él, aunque no le tomaba importancia a veces le incomodaba con los comentarios que él ya mencionado le hacía.
En el mes el cresta le había puesto un apodo, que al principio le pareció una falta de respeto, pero quizá luego al darse cuenta de que no iba a lograr que el menor le hiciera caso en dejar de decirle así, terminó de aceptarlo y solo se limitaba a negar con la cabeza cada que escuchaba eso.
Volkov se encontraba de camino a comisaría, se le había hecho un poco tarde pero había sido por estar jugando con la gatita. Al llegar se puso de servicio y fue a la armería para coger lo que le correspondía.-Aquí comisario Volkov de servicio, tomo H50- habló el ruso por radio.
-Buenas comisario, 10-4, le cedo el mando.- hablo James, el cual era el de mayor rango hasta ese momento.
El ruso arregló la malla y se extraño de solo escuchar a Gustabo de servicio dado que siempre iba acompañado del crestas, pero decidió no tomarle mucha importancia. Los asignó a todos en binomio y el se quedó en unión. Llevaba la mayor parte de la mañana patrullando solo, atento de la radio y de que los alumnos que entraban de servicio hicieran bien su trabajo. Su patrulla estaba un poco tocado así que decidió regresar a comisaría para sacar al famoso Putin.
-H50 hace un 10-8 para cambio de patrulla.-
-Comisario, informo que en los vestidores hay un grupo de personas bailando, les dije que no era el momento ni el lugar de hacer pero pasaron de mí.- Habló la alumna Paola por radio.
-Pero, ¿Qué coño dice agente Paola?.-el tono de Volkov había sido un poco alto y se podía distinguir el enojo en ella.
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Horacio había tenido el día antes libre, así que lo había aprovechado para salir de fiesta y despejarse un poco del trabajo. El último mes su hermano y él habían estado esforzándose mucho para ganarse el respeto de la malla y poder participar en más operativos e infiltraciones.
El menor se encontraba en comisaría, al ponerse de servicio y pasar a los vestidores se había encontrado con Moussa, que tenía cierto tiempo sin ver y claro, estaba ansioso de poder patrullar con el.-¿Que pasa Moussa? ¿Cómo se encuentra?.- Horacio estaba feliz de volver a verlo.
-Buenas subinspector Horacius, todo bien, a trabajar otra vez que mis siete mujeres se tienen que alimentar.- soltó una leve risa
-Esa es, a trabayar que hay que comer, venga Moussa suéltate un paso, venga, siéntelo.- Horacio comenzó a mover la cadera para animar al otro a bailar, para según él, comenzar a patrullar con todo el ánimo.
Moussa no tardó en comenzar a bailar, aún sin música los dos se movían a un ritmo increíble.
-Esa es, venga, mueve esa caderas Moussa, estás oxidado hombre, te pareces al viejo.-
-Pero qué dice Horacius, mire esto, mire, mire.- Moussa hacía un moviendo extraño con sus brazos y caderas. Horacio solo lo seguía, bailar era una de las pocas cosas que le gustaba bastante.
No pasó mucho cuando se abrió la puerta dejando ver a Yuu y a Nikolai, que al ver bailar a uno de sus superiores no dudo en unirse al baile, no sin antes ir a por una radio para colocar música.
-Pero bueno, miren esto, miren- Horacio movía las caderas de una forma impresionante, robándose así la atención que tenía Moussa.
-Hostias subinspector, no sabía que se podía mover así, eso coño.- Yuu se encontraba entre Moussa y Nikolai, solo movía los brazos para tratar de coger el ritmo.
La puerta se escuchó abrirse dejando ver a una Paola un poco desubicada ya que no sabía qué era exactamente lo que sucedía en los vestidores. Se negó a bailar cuando Horacio la invitó, dado que ella no quería tener problemas con algún superior por encima del crestas.
Al salir Paola ellos siguieron en los suyo, ninguno llevaba la radio aún puesta ya que apenas estaban entrando de servicio, así que no se habían enterado de que su compañera le había informado por radio a H50, el cual era llevado por el comisario Volkov.Todos dejaron de bailar al dejar de escuchar la música, al incorporarse y levantar la vista, se encontraron con un comisario con el rostro serio y de brazos cruzados.
-A ver anormales, ¿Qué coño hacen?.-
-¿No ve comisario Bombón? Estamos bailando, disfrutando antes de comenzar con el día de mierda, venga, suelte unos pasos, se ve que los necesita.- Horacio ya había comenzado a bailar otra vez, siendo el único que al que no le importaba demasiado la presencia del mayor.
-¿Usted es gilipollas o le pegan en casa?, Venga tirando a hacer 10-33 si no quieres ser degradados a alumnos hoy mismo.- gritó Volkov.
Todos se habían quedados quietos al escuchar al comisario gritar.
-¡Venga coño, es para hoy, me cago en dios!.- dijo para salir al parking y retomar su 10-33.
-Bueno, ya escucharon al comisario Bombón, 10-33 todo chicos, gran baile el de hoy, espero se repita.-
-A ver qué día es posible salir con usted y para que nos enseñe a bailar de esa manera subinspector.- comento Nikolai.
-Ya veremos, hay que cuadrar todo para ver qué día les enseño a mover el cuerpo como yo.- el crestas de encontraba poniéndose el chaleco, cuando terminó les volteo a ver y les asintió, para después salir al parking de comisaría, encender su radio y ponerse a patrullar.
-Aquí subinspector Horacio esperando asignación.- al terminar de hablar quitó el dedo del botón de su radio.
-Bien Horacio, haga 10-33 con Yuu en binomio, cojan un Zeta.- se escuchó a un Volkov un tanto molesto, tal vez por lo antes sucedido.
-10-4 comisario Bombón, Yuu lo espero en el parking.-
-Comisario Volkov, subinspector.-