El día había ido lo que se podría decir normal, hasta que llegó la tarde.
-Pero que cojones haces gilipollas, eres retrasado de verdad, joder.- el superintendente esposo al ruso- Mierda Volkov, que carajo te pasa coño, estás que no te aguantas ni tu mismo.-
Al ruso le sangraba la nariz por algunos golpes que había recibido.
-Horacio llama a un EMS para que atienda al del suelo.- ordenó el super.
El mencionado se había quedado estupefacto al ver la reacción que había tenido el comisario.
-Me vas a explicar que cojones paso y por qué reaccionaste así.- El superintendente agarro a Volkov del brazo para escoltarlo- Horacio coño, avisa a los EMS.- grito el super mientras subía al ruso a su despacho.
El mencionado tomo su radio y se metió al canal que tenían en común con los EMS, avisando y recibiendo una respuesta; la cual era que acudirían de inmediato.
El menor solo optó por esperar a los EMS , así que se sentó en las sillas que tenía el escritorio y se acomodo en ella viendo su brazo, en cual se había tornado de un color violeta ya que al tratar de separarlos le habían caído uno que otro golpe.-------- ≪ °✾° ≫ --------
En el despacho del superintendente se encontraban Volkov, Greco y el ya mencionado.
-Me vas a explicar que cojones fue eso Volkov.- el superintendente dejo de gritar y se paró en frente de el con los brazos cruzados y la mirada fija en el.
-¿Que ha pasado? ¿Está sangrando?.- Greco se veía un tanto preocupado por el ruso.
-Tú amiguito se ha peleado con un detenido en las celdas, no se que cojones paso.- explico Conway.
-Venga Volkov, ¿Qué ha pasado?.- Greco trato de sonar calmado, quería que su amigo le explicará lo sucedido y así evitar que fuera expulsado del cuerpo policial.
Pero el ruso no tenía en sus planes explicar lo sucedido, no por el, si no que prefería que Horacio contará lo sucedido, puesto que no sabía si al crestas le iba a incomodar que él lo hiciera.
El super al ver que Volkov no tenía intenciones de hablar optó por preguntarle a Horacio.
-Bien, Greco, trae a Horacio, debe estar abajo, vamos a ver si el dice algo.-
El barbas salió del despacho para dirigirse a la parte de abajo, en las celdas, en dónde encontró a un Horacio sentado en una silla con algunas lágrimas en las mejillas y un ligero color rojo en ellas, al unos escasos metros de el se encontraba el sujeto, el cual tenía la cara totalmente hinchada.
-Horacio, venga que lo busca el superintendente en su despacho, vamos.-
El menor se bajó de la silla y fue con Greco, al cual abrazo.
-Fue mi culpa Greco, si tan solo lo hubiera esposado no hubiera pasado nada de esto, Volkov estaría bien y no se hubiera peleado por mi culpa.-
-Tranquilo, ¿Qué ha pasado?.-
-Cuando te traje a comisaría para tu descanso, fui a atender una alerta en la cual estaba el sujeto.- Horacio se tomó un momento para soltar a Greco y secarse un poco las lágrimas - la alerta era sobre una pelea, llegué, estaba él y un sujeto en el suelo, llame a los EMS y atendieron al sujeto inconsciente, el detenido se subió solo al coche patrulla y se negó a bajarse, así que hice un 10-8 a comisaría; al bajarlo a las celdas me descuide, se me olvidó por completo esposarlo de nuevo así que me acorraló contra la pared y empezó a besarme y a tocarme, Volkov bajo y vio lo que sucedía; lo empujó, se abalanzó contra el detenido y comenzó a golpearlo hasta dejarlo inconsciente, fue cuando llegó el super, Greco fue mi culpa.- el barbas estaba enojado, muy enojado y ahora comprendía el porque Volkov estaba así, lo comprendía totalmente.
-Tranquilo, nada de eso fue tu culpa, vamos, ahora le digo a alguien más que este al tanto de la EMS y del detenido.- Greco jalo a Horacio hacia el para poder abrazarlo y acompañarlo al despacho del super.
Una vez subieron, Greco hablo al super fuera de su despacho para contarle todo lo sucedido, no quería que Horacio volviera a relatar lo que había pasado. Mientras el barbas le contaba a Conway todo lo sucedido, Horacio se acercó a Volkov.
-Volkov, dios, lo lamento muchísimo, de verdad, perdón.-
El ruso se preocupo aún más al ver que Horacio lloraba si parar, lo quería abrazar, sin embargo aún estaba esposado.
-Tranquilo vale, estoy bien, no es nada, ¿Cómo estás? ¿Te hizo algo más?.- preguntó Volkov.
-No, no paso nada más, muchas gracias por llegar, de verdad, y perdón, en verdad lo siento muchísimo.- Horacio bajo a la altura de Volkov el cual se encontraba sentado y lo abrazo.
-No hay que pedir perdón, ¿Si?, Ya está, ya pasó.- el crestas soltó del abrazo a Volkov y se sentó en la silla que se encontraba a un lado de el.
Greco y él superintendente entraron al despacho; el super des esposó a Volkov y se sentó en la silla al frente de ellos dos con el comisario Greco detrás de él.
-Bien, no te despediré ni mucho menos, son razones entendibles, anda vamos abajo para que te cheque la EMS- Conway estaba enojado, pero quería disimular un poco, el veía a Horacio como uno de sus hijos, y claro no iba a permitir que nada malo le pasara.
Los cuatro salieron del despacho para dirigirse a las celdas, en cuanto cruzaron la puerta el superintendente abrazo a Horacio lo más fuerte que pudo para después tomarlo por los hombros y bajar.
La enfermera ya tenía al sujeto consciente, apuntando sus datos en unos papeles que llevaba, al ver a Volkov se sorprendió, puedo que tenía el labio partido y la nariz le sangraba.
-Enfermera por favor atienda al comisario.- habló el super.
Y así fue, se paró y fue directo al comisario para empezar a curarle las heridas. Mientras tanto el super se acercó al sujeto y lo levanto del suelo de la manera más brusca posible.
-Mira pedazo de mierda, como vuelvas a hacer algo así te voy a meter en federal para toda tu puta y asquerosa vida, ¿entendiste?.- Conway lo soltó y lo empujó a la celda en donde cayó al suelo- Te vas a quedar aquí treinta meses, me la suda, y como hables para quejarte por cada palabra que digas si sumará un mes, gilipollas.- el sujeto solo sintió y el super se dirigió a ver a Volkov.
-¿Todo bien?.- pregunto Greco.
-Si, nada más fueron los golpes, y el labio partido, sin duda estará bien.- respondió la enfermera
Volkov seguía viendo fijamente al sujeto que estaba en la celda, no le había bastado con pegarle tremenda paliza.
-Volkov, ya está ¿Vale?.- hablo Horacio, mirando a Volkov de una manera en la cual logro tranquilizar al mayor.