Todos en el hospital habían sido tratados, menos Volkov el cual se negaba, pues quería ir con su amigo y preparar su funeral lo mejor posible, una despedida como el hubiera querido.
Horacio de metió en la habitación de Volkov.
-Hola- saludó el menor, pero no consiguió respuesta del ruso.
-Se que estás triste, pero tienes que ser fuerte ¿está bien?, a Greco no le hubiera gustado ver a un Volkov triste-
Volkov subió la mirada y fue que el menor vio sus ojos hinchados de tanto llorar.
-No tenía que irse así Horacio, le quedaba mucho por vivir, no era su momento, debimos sacarlo con vida de ahí. Estaría riéndose en estos momentos de lo mal que disparo, o de lo mal que camino, algo tonto, sin embargo, mi mejor amigo se encuentra en estos momentos en una morgue- su tono era triste, pero también se podía percibir algo de enojo.
Volkov bajo la mirada y comenzó a llorar de nuevo.
Horacio se acercó a él y lo abrazo tratando de calmarlo, al crestas también le dolía la partida de Greco, pero quería que Volkov estuviera calmado y sobre todo que se dejara revisar para verificar que no hubiera ninguna herida.
-Tienes que dejar que te revisen para poder ir a preparar el funeral de Greco, por favor-
-Horacio, hay algo que tengo que decirte y tal vez no es el momento, pero se lo prometí a un amigo, y es necesario que lo sepas-
Volkov se separó de Horacio y tomo sus manos.
-¿Recuerdas la fiesta a la que asistimos?- el menor asintió- bueno, pues en esa fiesta si nos besamos, y desde ahí algo nació, algún sentimiento que no sabía cómo expresar. El día que me preguntaste si nos habíamos besado yo no me acordaba de nada, fue hasta que le pregunté a Greco, el me dijo que era verdad- Volkov se limpio un poco las lágrimas con su brazo- Horacio, me empezaste a gustar desde hace mucho, al principio trate de reprimirlo pero con el tiempo me di cuenta de que era verdad. Me gustas, me gusta tu manera de pensar, tu manera de vestir, tus ojos, me gusta todo de ti y esto jamás me habría atrevido a decírtelo si no hubiera sido por Greco.-
Horacio tomo unos momentos para procesar el hecho de que la persona de la cual gustaba le estuviera diciendo que su sentimiento era mutuo.
-Volkov, también me gustas. Desde que llegué lo has hecho, de verdad. Eres una persona a la cual admiro y estimo demasiado, me gustaste desde que te vi, y no sabes lo que rogué que fuera un sentimiento reciproco-
Horacio de nueva cuenta se acercó al ruso para poder abrazarlo, quería hablar de eso pero también quería que la persona que el quería fuera tratada por los médicos.
-Hablaremos de esto luego, de verdad quiero que se aseguren de que esté todo bien contigo-
Volkov asintió y Horacio se separó de el para ir en buscar de alguna doctora.
El ruso se encontraba perfectamente bien, sus moretones habían sido tratados e incluso se había duchado rápidamente en el hospital, como todos los demás.
Salieron del hospital y se dirigieron a preparar el funeral de Greco, Horacio no se separó de Volkov en ningún momento.
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Los días habían pasado y con ello el funeral del tan querido Comisario Greco Rodríguez.
Había sido un funeral excepcional, toda la malla se había reunido para hacerle honor a su memoria; habían hecho todo lo que a él le hubiera gustado. Muchas personas lo iban a recordar como uno de los mejores Comisarios de la cuidad, su trabajo sin duda había sido de los mejores.
Con el paso de los días y las semanas también habían habido cambios.
Gustabo se había recuperado del todo y ya se encontraba trabajando.
Horacio y Volkov habían tenido la cita que habían soñado, y la habían hecho en memoria de Greco.
Volkov siempre que patrullaba se ponía la placa de Greco en el bolsillo de su camiseta que se encontraba justamente en su corazón.
Volkov y Horacio eran felices, por fin lo eran; vivían juntos y habían adoptado a una pequeña perrita a la cual llamaron Perla.
Toda la comisaría se reunía por lo menos una vez al mes para recordar al comisario Greco.
Conway estaba más que feliz por la pareja que se había formado, mientras que el y Gustabo se seguían filtrando en mafias y desmantelándolas con ayuda de Jowy y Freddy.
Sin duda alguna la partida de Greco había sido dura para gran parte de las personas dentro del cuerpo policial, pero se recordaba como era, una persona alegre, con mucho carisma y dedicación.
Volkov estaba muy agradecido con el por haberle dado el valor de decirle a Horacio lo que sentía, de alguna manera Greco había hecho que su relación se formara.
Fin
