Capítulo 26

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La verdad sale a la luz


"Yo no puedo pagarlo, pero ciertamente tú sí". Rubén respondió, sonriendo alegremente. La dócil mirada en su rostro justo en ese instante había desaparecido.

"¿Lo hiciste a propósito para molestarme?". Era evidente que Lolito tenía dinero gracias a Mangel, pero no el suficiente como para comprar todo lo que había pedido que envolvieran. Lo peor de todo era que se había dado cuenta de que Rubén había elegido la ropa más costosa a propósito.

"Claro que sí, lo hice con toda la intención. Tratándose de ti, no siento vergüenza", Rubén le devolvió sus palabras a Lolito.

En ese momento el rostro de Lolito empalideció. Justo cuando estaba a punto de perder los estribos, dos policías entraron a la tienda y caminaron hacia él.

"Joven Manuel, por favor, acompáñenos", dijo uno de los policías de forma cortés mientras la tomaba del brazo.

"¿Qué diablos estás haciendo? ¿Por qué me detienen?". Lolito abrió de par en par sus ojos, sin poder asimilar lo que estaba sucediendo.

"Joven Manuel, usted es sospechoso en un caso que se encuentra bajo investigación. Por favor, acompáñenos a la estación de policía para continuar con el interrogatorio".

"¡Aléjate de mí! ¡No me toques!", dijo lolito. En realidad no había puesto atención a ninguna de las palabras del policía, por lo que respondió: "¿Acaso sabes quién soy? ¿Cómo te atreves a arrestarme sin ningún motivo?".

"Joven Manuel, necesitamos llevarlo para continuar con el interrogatorio", dijo uno de los policías con dureza.

Tan pronto como dijo eso ambos policías lo tomaron del brazo con más fuerza para poder llevárselo.

Lolito realmente estaba nervioso. Sabía que había cometido muchas estafas en el pasado, sin embargo, no podía decir por cuál de ellas tendría problemas con las autoridades. Y no quería que la policía le registrara antecedentes penales.

"¡Se trata de ti! ¡Debí darme cuenta!". Y de repente Lolito le gritó a Rubius con los ojos ardiendo de ira: "¡Esto es cosa tuya! ¡Mangel jamás te perdonará por esto!".

Aunque Rubén no sabía realmente por qué Lolito había sido arrestado, se sentía genial. "Buen viaje, Manuel".

El karma nunca fallaba y quien obraba mal siempre tendría su merecido.

Mientras Lolito era escoltado fuera del centro comercial por la policía, una multitud de periodistas que aguardaban afuera corrieron hacia el para tomar fotos.

"Joven Manuel, se dice en las noticias que usted ha difamado a Rubén Doblas. ¿Es eso cierto?".

"Señor Manuel, en un video del concurso de la Asociación de diseño gráfico se demuestra que usted plagió el diseño de Rubén. ¿Tiene algo que decir al respecto?".

"Un reporte en línea dice que usted sedujo al novio de Rubén, copió su boceto del concurso y también lo difamó. Los cibernautas lo llaman rata. ¿Tiene algún comentario al respecto?".

En ese momento los periodistas dirigieron sus micrófonos hacia lolito, casi golpeándolo en la cara.

Al ser escudriñado por todas esas miradas burlonas, lolito gritó: "¡Eso es absurdo! ¡Demandaré a todos los que se atrevan a difundir esas calumnias que no tienen ningún sentido!".

Los periodistas reunidos en la entrada lo abuchearon con desprecio ante su vulgar demostración de poder. Por lo que sus intolerantes declaraciones no lograron persuadir para nada a los periodistas. Además, tenían pruebas bastante contundentes sobre las malvadas acciones de Manuel.

Los besos de SamuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora