¿Qué tal si jugamos un juego?
Por desgracia, la cachetada no logró dar en el blanco, pues Mangel rápidamente atrapó la delgada muñeca de Rubén con una mano, lo suficientemente fuerte como para romperle los huesos. La expresión iracunda de Mangel empezó a ponerlo nervioso.
"Rubén, ¿crees que aún te consentiré como solía hacerlo? ¡Lo creas o no, podría romperte la mano como si fuera una ramita!".
Siendo incapaz de alejarse de Mangel, Rubius solo podía mirarlo con impotencia, mientras apretaba los labios. Así que se negó a responder a sus amenazas.
En ese momento, Mangel sonrió fríamente mientras señalaba a sus amigos que se encontraban sentados a su lado y le advirtió: "Será mejor que sepas cuál es tu lugar aquí si es que quieres vender vino. Pero si no quieres estar a solas conmigo puedes escogerlos a ellos. Mientras más, mejor".
Después de recibir la indirecta en la mirada de Mangel, la expresión en la cara de sus amigos se volvió lasciva.
"¡Oh! Muy amable de tu parte, Mangel sería un honor divertirnos con los que ya no quieres".
"No hay problema". Respondió Rubius repentinamente, bajando la mirada con vergüenza. "Pero por favor, primero suélteme, Sr.Rogel".
Rubius no tenía intenciones mantener contacto alguno con Mangel. Pues todo lo que había hecho le repugnaba.
Mangel se paralizó con incredulidad por un instante al escuchar esa respuesta, antes de volverse loco de la rabia. Al percatarse de que Rubén prefería pasarla con sus amigos antes que con él, perdió el control por el enojo.
Cuando Rubén notó que Mangel dejó de presionar su muñeca, intentó soltarse con más fuerza hasta que finalmente logró escabullirse. Luego llevó la botella de vino a los hombres sentados al lado de Mangel
Eso lo enfureció brutalmente y sin pensarlo dos veces lo tomó con fuerza arrojándolo al sofá de cuero.
"¡Eres un desvergonzado! ¡También pensarán que eres basura, aunque estés dispuesto a ligar con ellos!".
A pesar de estar aturdido por el impacto contra el sillón, Rubius recordó cuidar el vino que tenía en sus brazos. Cuando finalmente se recuperó lo atacó con furia: "¿Qué demonios quieres? ¿Basura? ¿Y quién es más basura? ¿Tú o yo?".
Mangel lo miró y respondió: "Es claro que tú".
En ese momento y de forma repentina, Rubius sonrió perversamente con una pizca de desprecio.
Independientemente de lo que él dijera, Rubius sabía que era mejor que Mangel, ese hombre no solo era repugnante por fuera, sino que también tenía una mente despreciable.
"Ten mucho cuidado, Señor Rogel, y no vuelva a tocarme jamás, de lo contrario, su noble posición se manchará con mi suciedad".
Irritado por esas palabras, los ojos de Mangel se llenaron de ira, y respondió, "i Créeme, jamás te tocaría, ¡qué asco!".
"Lamento tanto que se sientas así, pero si no tiene intención de comprar vino, me retiro".
Rubén actuó cortés y amablemente, a pesar de reflejar una pizca de desdén en sus ojos mientras lo miraba, como si hubiese estado hablando con un extraño.
No tenía tiempo ni energía para perderlos con ese hombre. Quizás él se podría darse ese lujo, pero Rubius tenía asuntos más urgentes, necesitaba ganar dinero para salvar a su padre.
"Por supuesto que tengo intención, lo voy a comprar". Mangel cambió su expresión poco a росо, como si alguna misteriosa idea se le hubiera ocurrido y continuó con un tono malicioso: "Bueno, compraré cualquier botella de vino siempre y cuando te la tomes toda, ¿de acuerdo?".
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Los besos de Samuel
Romance"Si pudieras pedir un deseo, ¿qué pedirías?". "Pediría que me amaras otra vez, Samuel... Pero esta vez, para siempre". En el pasado, él lo amó incondicionalmente, pero lo perdió cuando perdió la memoria. Rubén se quedó al borde del colapso cuando se...