Los besos de Samuel

Capítulo 4

Chupetones en el cuello

"No sigan, por favor", dijo Lolito negando con la cabeza, y después, con una leve sonrisa dibujada en su rostro, continuó: "Rubén, creo que has malinterpretado lo que he dicho, tan solo estaba tratando de consolarte".

El fingía honestidad, pero en su interior se sentía triunfante.

Habían sido amigos desde que estaban en la universidad, pero si los comparabas, Rubén parecía ser siempre mejor que el en todo, incluso su novio era más guapo y provenía de una familia más rica que el de Lolito. ¿Por qué siempre tenía que ser tan injusto para él?

Sin embargo, Lolito no se creía menos que Rubius y por eso intentó hacer todo lo posible para superarlo, incluso si eso significaba robarle el novio. Ahora, finalmente había logrado separarlos y esa era la prueba de que Rubius había perdido contra el en el amor y por ello se sentía superior.

Rubius empuñó las manos y miró con frialdad a Lolito antes de decirle: "Debe sentirse bien ser el amante de Mangel, ¿no es así?".

"No, esa no era mi intención; fue Mangel quien...". Entonces, Lolito se acercó a Rubén y le preguntó susurrando: "¿Cómo te atreves a culparme a mí, sí eres tú el que ni siquiera puede controlar a su novio? Mangel no te ha tocado nunca, ¿verdad? Incluso prefiere hacer el amor conmigo o con cualquier otro que contigo. Por cierto, ni te imaginas lo mucho que disfrute esa noche que pasamos juntos..."

Intencionalmente, Lolito ese día tenía puesto una camiseta sin cuello y un par de botones sueltos para mostrar los chupetones que Mangel había dejado en su cuello

Ruben sintió náuseas al ver esas marcas y, con una pizca de disgusto en los ojos, le dijo: "Perdóname, he cometido un error, no eres siquiera su amante, sólo eres uno de sus putas baratas que le gustan a Mangel".

Este asunto ya no le molestaba a Lolito, porque era un hecho bien conocido que él era un mujeriego. Rubius quedó atónito al darse cuenta de que a su ex amigo no le importaba acostarse con un hombre como Mangel. Según su punto de vista, un hombre que tenía múltiples relaciones amorosas a la vez con otros hombres era como un cepillo de dientes que todo el mundo había usado ya. Si se le veía según ese enfoque, Miguel definitivamente era un hombre como esos, mejor dicho, un cepillo de dientes. Realmente no podía entender cómo Lolito podía estar tan contento de usar ese cepillo para cepillarse y ni siquiera quejarse al respecto.

La palabra 'puta barata' hizo que Lolito se avergonzara por unos segundos, pero tuvo que evitar enfadarse porque tenía que fingir ser agradable y dulce frente a las personas que la rodeaban, por lo que simplemente dijo: "Qué tonterías estás diciendo...".

"¿Tonterías? Sabes que es la verdad, ¿no? Después de todo, al menos estoy seguro de que tengo mucha mayor dignidad que aquellos hombres o mujeres que no saben vivir sin un hombre a su lado.

"¡Ah!, y gracias por reciclar la basura que boté".

Pronto, las personas que estaban a su alrededor sintieron que era cada vez más incómodo permanecer en la habitación, por lo que se excusaron para marcharse y, al cabo de un rato, ya todos se habían dispersado,

"iPor cierto! El señor Han me ha pedido que le lleve con urgencia estos documentos a su oficina, así que perdóname por no poder seguir charlando contigo". Después de organizar los documentos que tenía en su escritorio, Rubius se alisto para irse y definitivamente se sintió un poco mejor luego de ver a Lolito tan angustiado.

Pero él no lo dejaría ir tan fácilmente pues con lo enojado que estaba, solo quería humillarlo. Entonces extendió la mano para agarrar a Rubén, pero desafortunadamente él se apartó ágilmente y, en vez de atraparlo, Lolito rozó por accidente los documentos que su ex-amigo tenía en la mano.