- La tormenta
"No".
Pausadamente, Rubius agregó: "No tienes por qué seguir insistiendo, sin importar lo que quieras lograr con todo esto, ya no me sirve de nada".
"¿Por qué no me crees?, cuestionó Mangel. Él lo miró con sus ojos profundos. "¿Es por lo de Lolito? Si es por eso, quiero que sepas que ya me he alejado de él".
"¿Terminaron? Si te digo que la odio con todo mi corazón y que quiero que lo hagas pasar por todo lo que yo viví, ¿me complacerías?".
"Rubius, ¿cómo puedes ser tan cruel?". Mangel no podía creer lo que acababa de escuchar.
"Responde a mi pregunta",
A Mangel se le ablando el corazón cuando recordó lo devastado que estaba Lolito cuando le pidió que se separaran por un tiempo. "Rubén, Lolito solo hizo esas cosas para complacerme, no fue algo intencional, él no tiene la culpa, sí quieres desatar tu ira sobre alguien que sea conmigo, ¿vale?".
"Jajaja...", Rubén se echó a reír, incapaz de definir si lo hacía por enojo o amargura. ¿Lo estás protegiendo ahora? ¿Que todo lo que me pasó fue por decisión tuya dices? ¿Entonces fuiste tú quien contrato a esos desgraciados para que me violaran?
Sus acusaciones hicieron que Mangel frunciera el ceño en un instante; entonces bajó la voz y pregunto ¿Crees que tengo algo que ver con eso? De ser cierto, ¿por qué te salvaría entonces?"
"Quién sabe."
En ese momento, la atmósfera romántica que Mangel había procurado crear, se desvaneció por completo ante la disputa y solo fue empeorando
Él hizo todo lo posible por contenerse y no estallar de la ira "Rubén, si no quieres estar conmigo, puedes decirlo de una vez, no tienes por qué inventarte excusas".
"¿Crees que necesito una excusa para no estar contigo?".
Enseguida, Rubius se apartó y se encamino hacia la carretera para tomar un taxi.
Mangel lo miró con los ojos espabilados mientras él se montaba en el taxi y luego encendió su propio auto para seguirlo.
Los fuegos artificiales siguieron alumbrando el cielo con colores vivos, pero desafortunadamente los protagonistas ya se habían ido.
Rubius regresó a casa sin previo aviso. Cuando entró vio a su padre y su madre sentados haciendo algo, pero tan pronto como notaron su presencia, se Incorporaron como si quisieran guardar un secreto
"¿Qué estaban haciendo?"
"¿Por qué actúan tan extraño?".
Rubén los miraba inquisitivamente cuando, de la nada, su padre perdió los estribos y empezó a gritar: "Vamos, ¡largo de aquí! ¡Esto no es asunto tuyo!".
"Muy bien".
Rubén demasiado cansado como para ponerse a discutir con sus padres. Pero justo cuando estaba por darse la vuelta para marcharse, vio algo detrás de su padre.
¿Qué era? ¿Dinero? Rubén agudizó la mirada y aprovechó una mínima distracción de su padre para agarrar la gran bolsa de dinero que estaba tratando de ocultar. Al abrir la bolsa, una decena de fajos de billetes cayó al suelo.
"¿De dónde sacaste tanto dinero?".
La expresión en el rostro de su padre cambio drásticamente al tiempo que se apresuró a recoger el dinero.
"Ese es mi dinero. ¡Devuélvemelo!".
Rubius no supo cómo, pero juntó el valor necesario para apartar a su padre e interrogarlo: "Te lo dio Miguel?".
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Los besos de Samuel
Romance"Si pudieras pedir un deseo, ¿qué pedirías?". "Pediría que me amaras otra vez, Samuel... Pero esta vez, para siempre". En el pasado, él lo amó incondicionalmente, pero lo perdió cuando perdió la memoria. Rubén se quedó al borde del colapso cuando se...