Sus pestañas se baten como las alas de un colibrí, sus ojos se hacen un poco más pequeños y su boca forma una pequeña rabieta.
Toco mi cabeza tratando de descifrar que pasa.
A su paso, la espectadora deja caer las sabanas por sus pechos, dejándolos al aire. Abro mi boca y al cierro al instante.
—¿Para dónde vas? — pregunta de pronto, llevándose las manos atrás de su cabeza, haciendo que sus senos queden más alzados.
Se me pone dura.
Quiero tomarla, aquí y ahora.
Trago en seco.
—Mmm— aclaro mi garganta— ¿Hacerte el desayuno?
Dudo ante mis palabras.
Ella sonríe abiertamente y se tapa completa.
—Toda tuya la cocina.
Como si nada hubiera pasado, vuelve a refundirse entre las sabanas y cierra sus ojos tratando de conciliar el sueño.
Eso no me lo esperaba.
Haber pasado la noche con ella fue mejor de lo que me llegue a imaginar, hacer el amor después de tanto tiempo, despertó ciertos sentimientos que pensé que se habían muerto en mí.
Aún existen unos ciertos temores y no puedo hacer el de la vista gorda. Siempre me he negado al amor, nunca me intereso nadie a parte de tener sexo. Ellas mismas lo sabían y por eso nunca me metí con nadie del pueblo.
Era lo mejor para mí, mi hijo y ellas.
Creí que estaba completamente feliz así, pero estaba equivocado.
Ahora estaba descubriendo algo nuevo y me gustaba la sensación de tener de todo un poco en mi vida.
—¿No vas a bajar? — su voz me distrae. Loto se sienta con la sabana pegada a su pecho.
—En serio te estas tapando.
Ella rueda sus ojos y la deja caer.
—¿Feliz?
—Mucho. Ahora quiero otra cosa.
—¡¿Qué?! ¿Más? — sus ojos de agrandan y carcajeo.
Realmente fueron más de un encuentro.
—Solo te espero abajo. — Digo sin esperar respuesta. Cierro la puerta y me dirijo directamente a la cocina.
Cuando entro a ella, el sonido del timbre resuena entre las paredes.
Frunzo el ceño.
Nadie en Lago Cristal lo toca. Nadie.
Cruzo de nuevo hasta la puerta y la abro.
Me encuentro con un hombre casi de mi altura, ojos marrones oscuro y una sonrisa de comercial, la cual decae al verme.
El rasca su barbilla y se estira para ver el número de la casa. Rectifica con su celular y arruga las cejas.
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LOTO🌸|COMPLETA|
RomanceSi te ofrecieran irte por un año completo y dejar tu vida atrás ¿Lo aceptarías? La respuesta de Loto fue un rotundo: SÍ. Luego de encargarse de la empresa de su padre a muy temprana edad y ser plantada en al altar, acepta la oferta de su progenitor...