Si te ofrecieran irte por un año completo y dejar tu vida atrás ¿Lo aceptarías? La respuesta de Loto fue un rotundo: SÍ.
Luego de encargarse de la empresa de su padre a muy temprana edad y ser plantada en al altar, acepta la oferta de su progenitor...
Este capítulo va dedicado a cada uno de ustedes, que le han dado tanto amor a esta historia.
Muchísimas gracias.❤️
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El olor a desinfectante y al alcohol provoca que me pique la nariz, estar rodeada de cuatro paredes blancas y que el espacio sea reducido, hace que me sienta más nerviosa, limpio mis manos sudadas en la falda que llevo puesta y me fijo en el hombre vestido de blanco que tengo adelante, al notar mi mirada sonríe con amabilidad y respondo a su gesto.
—No estés nerviosa— dice con su cálida voz— Solo es un pequeño piquete, como el de un zancudo y toda saldrá bien.
—Créeme que el chuzón es lo de menos.
—No te preocupes, verás que todo saldrá bien.
Así, toma mi brazo y pone una especie de banda alrededor de él, luego veo como mi vena se hincha, el enfermero desinfecta la zona y acerca la aguja, veo como el líquido carmesí llena el tubo de muestra.
Ahí va.
El rubio quita la banda y me pone una curita, al salir del lugar le doy las gracias y me dirijo hacia el pequeño cubículo de recepción, la mujer que atiende me sonríe y me comienzo a preocupar que acá todos siempre están felices.
¿Por qué?
Me enloquece.
Loto, tranquila, respira.
—¿Cuánto es el tiempo que debo esperar?
—Una hora.
¿Una hora?
¿Qué se supone que haga en una hora?
—Gracias.
Salgo a paso lento del lugar y me fijo en el cielo, el clima hoy luce perfecto, el sol pega contra mi piel y me decido caminar un poco.
¿Cómo llegué a este lugar?
Volteo a ver la estructura y trago en seco.
¿Qué voy hacer si todo resulta como lo pienso?
Decido ir al centro comercial para despejar mi mente, agradezco enormemente estar en la ciudad y no pasar por esta situación en Lago Cristal.
