Si te ofrecieran irte por un año completo y dejar tu vida atrás ¿Lo aceptarías? La respuesta de Loto fue un rotundo: SÍ.
Luego de encargarse de la empresa de su padre a muy temprana edad y ser plantada en al altar, acepta la oferta de su progenitor...
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Cuando era pequeña, ama ver películas con papá, ese era nuestro momento "especial" pero, todo se dañó cuando vimos a Bambi y casualmente, papá me dijo que su madre la habían matado los cazadores, mi corazón de tan solo 8 añitos de edad no lo podía soportar, llore como un aguacero en pleno invierno, pensando que Bambi no tendría su madre de nuevo y obviamente odie a papá por darme esa noticia tan de golpe.
Hoy en día no puedo ver Bambi, sin antes llorar unas 5 veces, incluso lo hago en este momento, en compañía de mis hormonas, las cuales están por los aires.
Bendito Andrés y su visita de cada mes.
Lo odio.
¿Alguien más apoya mi causa?
Juraría que el 90% de la población del mundo lo haría, el otro 10% seria las afortunada que les dura tres día y sin un solo cólico.
¿Ya dije que las odio?
Como sea. Me fijo en la tv.
Mi venado favorito busca su mamá. Eso rompe mi corazón en varios pedazos de cristal, estiro mi mano y tomo unas de las tantas servilletas que me traje de la cocina. Al igual que unas cuantas golosinas, como: refrescos, palomitas de maíz y otra cuanta comida chatarra. Todas acomodadas en la mesa del centro. Unas pocas ya.
Dado a que ha sido acabadas por mi acompañante.
Ese pequeño cabeza de limón me sorprendió esta mañana, llamando a mi puerta, haciéndome cumplir mi palabra de un día llena de películas, algo que a su primogénito no le gusto de a mucho, pero, acepto de mala gana refunfuñando que las tareas no se harían solas y que sería un día perdido. Cosa a la que le alce los hombros y me deje caer en el sola.
Ahora mi periodo y yo solo queremos paz, y el cabeza de limón acompaña mi silencio.
Sorbo los mocos y me sueno en la servilleta.
¡Bambi!
—Mujer bonita— llama el ojiazul al despegar su mirada de la pantalla.
—¿Si cariño?
—¿Por qué lloras?
Su pregunta me deja seca, ¿Será que no sabe que la madre ya no está viva? O pensara como yo que solo se la habían llevado.
Las secas palabras de papá retundan mi mente: "Loto, cariño, los cazadores la mataron", lo dijo mientras seguía con la mirada en la Tv y yo lloraba a mares.
—Por Bambi— respondo mirándolo a los ojos, su iris azul nunca deja los míos, tuerce un poco su cabeza al lado derecho y sonríe. Se para de su lugar y llega a mi lado, con sus brazos me rodea el cuello y acuesta mi cabeza en su hombro.
Tierno.
Pero mi corazón no lo soporta.
—Mujer bonita— susurra cerca de mi oreja— Está bien, Bambi tiene a su papá y ahora su mamá está en el cielo. Ella siempre estará al lado de él y lo cuidará, y ¿Sabes dónde más está ella?
