Capítulo 40: "¡OH POR DIOS! ¡CONNOR!"

6.2K 329 12
                                    

Los fuertes rayos del sol golpean mi piel, incluso, si la tengo protegida con una camisa manga larga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los fuertes rayos del sol golpean mi piel, incluso, si la tengo protegida con una camisa manga larga. Termino de recoger las peras que hay debajo de un árbol y corro hasta las personas que me están esperando. Al llegar a su lado, el pequeño me tiende su mano y la tomo gustosa.


—¿Tienes suficientes— pregunta Roma y asiento. Después del almuerzo, se ofreció a enseñarme hacer el pastel favorito de Hendrick. No dude ni un segundo en aceptar y por ende, termine de nuevo en su casa.

Al llegar, mi suegra me explica detalladamente del cómo hacer el pastel. Corto, pelo y revuelvo todo a su mando. Luego de una hora exactamente, la mezcla está en el horno.

—Por fin—expreso al ver el recipiente dentro.

—Tenemos de 45 minutos a una hora de que esté listo. ¿Nos sentamos en el pórtico?

—Claro.

—Adelántate querida, haré algo de té.

Asiento. Al salir, el aire fresco golpea mi cara. Me siento en uno de las sillas mecedora. Connor llega al instante, ríe mostrando su mueco y se lleva las manos detrás de su espalda.

Algo quiere.

—Cabeza de limón... ¿Quieres decirme algo?

—Sí, pero, no.

—¿Ah?

—Me da pena.

—¿Por qué cariño? ¿Me tienes confianza o no?

—Papi me dijo que no te preguntará nada. — baja su mirada tristemente.

Hendrick Reed. ¿Qué le dijiste?

—Será un secreto de los dos, ¿Te parece?

—¡SI! — dice saltando en su lugar. Me acomodo en la esquina se la silla quedando a su altura, acaricio su suave cabello y me concentro en el cielo de sus ojos.

—Cariño, me puedes decir que es.

—¿Tu y papi me van a dar una hermanita? — abro la boca en forma de respuesta.

Otra vez el tema prohibido.


En el almuerzo, mi papá fue la persona que lo calmo cuando gritaba en la silla, no sé qué fue lo que le dijo en ese momento, pero mi vecino salió con él y regreso con un carro a control remoto. No quise preguntarle sobre el tema y pues Hendrick, estaba más duro que una piedra en su lugar.

Trago en seco.

¿Un bebé? ¿Yo?

Mi corazón se sacude bruscamente. Parpadeo varias veces tratando de secar mis posibles lágrimas.

—Mujer bonita.

—¿Si cariño? — su mirada no se pierde de un solo movimiento de mi cara. Sonrió un poco, lo atraigo entre mis brazos y le susurro:

LOTO🌸|COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora