Mi cara de espanto, llanto y extrañeza se pueden ver a través de un telescopio desde el espacio, la señora Roma se acerca con sigilo al auto, me repara y hace lo mismo con el coche.
De manera protectora, toma a Connor de su mano y le pide que vaya a casa. La cual se encuentra a unos cuantos metros atrás de la carretera, rodeada de mucha zona verde, arboles, campos y más árboles. Es realmente hermosa.
Mientras vemos como el cabeza de limón corre hasta la sencilla vivienda. La mujer de plata al frente de la ventana, me mira detenidamente y sonríe con dulzura. No tardo el devolverle el gesto.
—¿Te has perdido querida? — pregunta con suave voz. Es muy distinta a la de mamá. Camellia tiene una voz dulce pero mandataria, pero la voz Roma es como el terciopelo.
—Sí, señora— respondo con voz ronca. Aclaro mi garganta y continúo:
—Salí a tomar un poco de aire y como ya ves, ni idea de donde estoy.
La oji café, asiente lento con su cabeza y mira detrás de ella.
—Ven—me indica— ya que te has perdido, porque no aprovechas la oportunidad, entras, conoces mi casa.
Sonrío de boca cerrada, ella está ignorando mi aspecto e incluso mi voz rasposa.
—No quiero incomodar señora Roma, debes de tener muchas cosas y no seré inoportuna.
—¿De que hablas muchacha? Déjame conocerte, eres vecina de mi hijo y nieto, además, vas al supermercado todos los días. Ya somos como amigas ¿No?
Su poder de convencimiento es algo simple, pero me gusta. Y la verdad es que tengo la oportunidad para averiguar un poco mi vecino.
No es que sea chismosa ni nada. Esas cosas no van conmigo. Es simplemente algo llamado:
El bicho de la curiosidad.
Asiento con mi cabeza y le indico que estacionare el auto.
Enciendo mi Jeep y paso directamente a la cera de su gran casa, que a decir verdad es más grande desde cerca, cuenta con una sola planta, pero es totalmente campestre, su habiente es hogareño y huele a flores. Su jardín es inmenso, no dejando atrás su gran patio trasero, el cual se pierde en un espeso bosque, unos cultivos y no sé cuántas cosas más.
Al bajar del auto, me invita entrar, lo primero que veo es una gran foto familiar, son cuatro personas en ella, obviamente Hendrick es el primero que identifico, luego, esta su madre, al lado de ella está un hombre de unos cincuenta y tantos de años, sus ojos son dos zafiros oscuros como del hombre que me gusta, pero hay otra persona que llama mi atención, una mujer de cabello negro, largo y ondulado, cachetona, con unos grandes ojos azules como los del padre.
—Veo que ya conoces a mi familia—dice Roma a mi costado— Ese de allí es mi esposo Frank, dentro de poco lo verás, y esa pequeña es mi bebé, Zoey, la hermana menor de Hendrick. El cual ya tuviste la oportunidad de conocerlo.
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LOTO🌸|COMPLETA|
RomansaSi te ofrecieran irte por un año completo y dejar tu vida atrás ¿Lo aceptarías? La respuesta de Loto fue un rotundo: SÍ. Luego de encargarse de la empresa de su padre a muy temprana edad y ser plantada en al altar, acepta la oferta de su progenitor...